La sostenibilidad sigue siendo el eje vertebral de todo el diseño, pero volviéndose algo más natural, si cabe, de lo que ya era. Es por ello, que los tonos terrosos inundarán las decoraciones, convirtiéndose en los nuevos tonos neutros, que olvidan un poco el blanco y los grises, para centrarse en tonos más naturales. Eso sí, combinados con tonos mucho más oscuros, entre los que no faltará el marrón, el verde y un gris oscuro, casi negro, de aspecto muy volcánico.
Los materiales utilizados seguirán siendo los surgidos de la naturaleza. En los que, por supuesto, la madera sigue siendo la protagonista. Pero se acompaña de otros materiales, como las fibras naturales, y de otras propuestas más brillantes, como el mármol, la piedra y los elementos metálicos. Estos últimos, tan solo presente en algunos detalles. Los suficientes para dar cierta sofisticación a un ambiente marcado por lo natural y la sencillez.
Una sencillez y una simplicidad en las formas y en los muebles que conseguirán crear ambientes impolutos, pero acogedores. En los que el estilo Japandi, aquel que fusiona la simplicidad escandinava con la serenidad y la elegancia del diseño japonés, se postula como uno de los must de la temporada.
Un estilo que aboga por la sencillez del diseño, pero sin renunciar a las tradiciones e incluso a las imperfecciones. Por eso, la artesanía, que ya iba ampliando adeptos en el mundo de la decoración, estará más presente que nunca.
Una simplicidad, que si bien se aleja un poco de las estridencias, no descarta las texturas. Al contrario. Una de las principales tendencias del 2025 será la combinación de diferentes texturas, tanto en los textiles como en las paredes.
Diciendo adiós a las paredes lisas, en favor de otras propuestas. Como las molduras en las paredes. Una idea muy elegante que, sin embargo, en esta ocasión se simplifica, optando por molduras estrechas y sencillas, que aporten esa textura que se busca, pero sin muchos artificios.
Es quizás por eso que también se amplía la presencia de formas curvas a la decoración. Si en estos últimos años, los muebles con forma curvada o redondeada empezaban a formar parte de la decoración, esta tendencia se amplía también a los elementos estructurales. Apareciendo en forma de hornacinas o de estanterías de obra.
Los espacios abiertos siguen ganando adeptos y siguen imponiéndose en las tendencias de 2025. Sin embargo, las separaciones entre espacios, aunque ligeras, empiezan a aparecer. Cerramientos de cristal o panelados de madera estarán presentes para, sin separar, delimitar un poco los espacios.
Los paneles de madera siguen con nosotros. No solo no se van, sino que se multiplican. Apareciendo, además de en la decoración de las paredes, en ocasiones también en el techo e incluso en el frontal de muchos de los armarios que poblarán el diseño de interiores de este año.
En ese sentido y continuando por esa apuesta irrefutable por la sostenibilidad, la recuperación de muebles vintage también será una tendencia. Esos muebles antiguos, que nos producen cierta nostalgia, y que, una vez restaurados, pueden convertirse fácilmente en la pieza clave de un espacio. Aquella de la que es imposible quitarle la mirada.
Y en cuanto a los complementos, los cuadros que decorarán las paredes de 2025 serán de tamaño XXL. Grandes obras de arte que también ayudarán a que ellas solos decoren las estancias, y por tanto, harán que haya más ausencia de elementos en el espacio, buscando de nuevo esa simplicidad y sencillez natural que se pretende.
