El estilo boho se caracteriza por decoraciones en las que hay una explosión de color. Pero, no te creas que eso significa que puedes ir añadiendo colores así sin ton ni son. Aunque no lo creas todo tiene su coherencia. Lo ideal es usar un color neutro como base, por ejemplo en las paredes, e ir añadiendo tonalidades más intensas en diferentes capas. Es decir, un color terracota, un verde o un azul más intensos en algunos muebles, como el sofá, por ejemplo. Para rematar el diseño con pinceladas de colores vibrantes y llamativos, en cojines, alfombras o elementos decorativos.
Al estilo boho le encanta la naturaleza. Tenerla cerca es casi un imprescindible. Así que no olvides añadir a tu salón alguna planta frondosa para decorar ese rincón olvidado o para darle un toque a la mesa de centro.
Otro imprescindible son las flores. Un estilo al que le gusta el color no puede pasar por alto la gran variedad de flores que nos trae la primavera. Aprovecha la mesa de tu rincón de lectura para incorporar un ramillete de lilas o de rosas rosas, como decoración en las mesas auxiliares o en la cómoda junto al sofá.
Ese amor por la naturaleza también se traduce en el uso de materiales surgidos de ella. A este estilo le encantan los muebles de madera, que además sea lo más natural posible, sin tratar ni barnizar.
También se muere de amor por las fibras naturales, como el mimbre, el ratán o el yute. Unos materiales que puedes y debes usar en sillas complementarias del salón, en cestas para guardar los cojines, en preciosas alfombras o en platos decorativos en la pared.
Son dos de los accesorios imprescindibles de este estilo. Con ellos conseguirás aportar un plus de color a la decoración y atreverte con tonalidades vitaminadas que darán mucha alegría al ambiente. Y cuando te canses de ellas, las podrás sustituir fácilmente por otros colores más tendencia, según sea la temporada.
Añade cuantos cojines puedas en el sofá para conseguir que, solo con mirarlo, te pida a gritos que te sientes, porque no puede ser más confortable. Y no olvides las alfombras. Son casi un imperativo de este estilo. No solo porque aportan calidez, sino porque ayudan a delimitar los diferentes espacios del salón y con ellas puedes aportar más color a la estancia.
Como siempre es importante aprovechar la luz natural que entra por las ventanas, pero al caer la noche, debes apostar por una iluminación cálida y difusa que cree ambientes bucólicos en tu salón. Al estilo boho no le gustan las luces directas, aquellas que proporcionan los focos. Este estilo quiere una luz tamizada como la que le proporciona unos bonitos colgantes de fibras naturales, tipo rafia, yute o ratán.
Para evitar que tengas que ir a tientas por el salón, es bueno que incluyas diferentes puntos de luz con los que puedas jugar, según sea el momento y la necesidad.
A este estilo le gusta transmitir personalidad. Tú personalidad. Por lo que los detalles decorativos son importantes. Le gusta mostrar todos tus cachivaches traídos de lugares lejanos o que son un recuerdo de algún momento de tu vida. No huyas de ellos, y exponlos en tu salón. En la mesa de centro, en alguna estantería o sobre la consola tras el sofá.
Y no olvides añadir alguna vela, con la que conseguir ambientes muy íntimos, o algún detalle en la pared de macramé o cualquier otro elemento que refleje artesanía. Otra de las cosas que deben estar sí o sí en la decoración de tu salón boho.