¿Quieres decorar tu casa con plantas de interior y no sabes por dónde empezar? No te preocupes, hemos preparado una breve guía con consejos e ideas para llevar lo mejor de la naturaleza a tu hogar.
Como bien sabrás, las plantas son excelentes purificadores de aire. Absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, eliminando toxinas y mejorando la calidad del aire. Además, aumentan la humedad del ambiente, lo cual es beneficioso para la piel y las vías respiratorias. Esto nos interesa especialmente en climas secos o durante el invierno. Funcionan como los humidificadores eléctricos, pero 100% natural.
Lo cierto es que la presencia de plantas en casa puede reducir los niveles de estrés y ansiedad. Es innegable la sensación de calma y bienestar que proporcionan. Asimismo, tenerlas en el lugar de trabajo o estudio puede aumentar la concentración, la productividad y la creatividad.
Nuestro primer consejo es que escojas las macetas pensando en el estilo de tu hogar. No es lo mismo decorar con plantas de interior un salón rústico que uno minimalista, ya me entiendes. En este caso, si el salón es moderno, elige macetas monocromáticas en cemento o cerámica. Su aspecto limpio y moderno complementa los interiores minimalistas.
Por otra parte, para un estilo rústico o romántico, las cestas de fibras naturales, como el mimbre o el yute, son ideales. Añaden un toque cálido y acogedor, incluso bohemio. Eso sí, procura que la “primera” maceta de la planta sea de cerámica o plástico, ya que así la podrás regar tranquilamente. Una planta que se riegue directamente en la cesta, podría dañar el tejido y desprender olor a humedad. Simplemente, pon tu planta en su maceta de plástico dentro de la cesta y voilà.
Muchas personas no decoran sus casas con plantas porque no tienen tiempo para cuidarlas. Es verdad que algunas especies son delicadas y necesitan de un mantenimiento diario. La buena noticia es que existen plantas súper resistentes con las que podrás adornar tu hogar.
Por ejemplo, los cactus y las suculentas requieren poco riego. Son perfectas para quienes no tienen mucha experiencia en jardinería. Sin embargo, según el Feng Shui, podrían generar energías tensas. Lo mejor es poner tu cactus en la entrada de casa o en una ventana exterior, ya que según la filosofía china ayudaría a proteger energéticamente el hogar.
La sansevieria, también llamada lengua de suegra, tolera muy bien las zonas de poca luz. Es genial para estancias como la cocina o un salón que no sea muy iluminado.
Por su parte, la malamadre o lazo de amor es estupenda para colgar en estanterías o techos, es resistente y requiere un bajo mantenimiento. Otra planta apta para ocupar el espacio vertical, es la trepadora potus. Es una especie purificadora que puede colocarse en macetas colgantes. Finalmente, no olvidemos los helechos. Añaden frescura, elegancia y un aire tropical. Afortunadamente, se adaptan a distintos niveles de luz.
Proporcionar a cada planta la cantidad adecuada de luz es clave. Antes de ubicarlas, observa cómo es la iluminación en las distintas habitaciones de tu casa. No todas las plantas necesitan mucha luz solar. De hecho, algunas especies como las zamioculcas o el aglaonema pueden quemarse ante la luz directa. Por su parte, las suculentas y cactus toleran muy bien la luz intensa. Para plantas como la sansevieria y el potus, prefiere zonas de iluminación indirecta.
También debes considerar la ubicación de las plantas. Evita exponerlas a corrientes de aire, pues podrían derrumbarse y romperse, especialmente las plantas livianas o altas. Las zonas de mucho tráfico, como el salón o el recibidor, también son de cuidado. Sitúa la planta en un rincón o esquina donde te asegures que nadie las estropeará.
En cuanto al riego, varía según la planta. Siempre será mejor regar menos que excederse. Si puedes, evita el agua del grifo, sobre todo si es muy clorada o vives en una zona de agua dura. Mejor alimenta tus plantas con agua filtrada. Recuerda que son seres vivos y necesitan nutrientes de buena calidad para que luzcan hermosas.
Finalmente, si no tienes mucha luz natural o tiempo para el cuidado, las plantas artificiales son una excelente opción. Quedan muy bonitas en zonas como el baño o la cocina, que suelen ser más oscuras. Además, requieren mínimos cuidados y siempre lucen perfectas.