Si hace más de una década se impuso la moda de aplicar Feng-shui en la decoración de tu casa. El Biointeriorismo es una evolución de esa técnica milenaria a la que, además de aportar una buena energía a tu hogar, se le aplican parámetros sostenibles y saludables.
Sus principios básicos podrían reducirse en cinco aspectos. Por un lado, el medioambiental. La decoración tiene que tener el menor impacto posible en la naturaleza. Es decir, ser lo más eficiente posible, para reducir la huella ecológica, y apostar por materiales naturales.
En ese mismo sentido, para que la decoración cumpla con las normas del Biointeriorismo debe ser energéticamente eficiente. Utilizando todas las técnicas que estén en su mano para reducir el consumo de energía y evitar el derroche de agua.
Otro punto del Biointerioirsmo a tener en cuenta es el hábitat ecosocial. El hogar debe favorecer la calidad de vida de quienes viven en su interior. Con espacios específicos para cada función. Un rincón de lectura, un despacho, un salón confortable o un dormitorio relajado, por ejemplo. Y sin elementos que entorpezcan el moverse cómodamente por toda la casa. También es bueno tener algún espacio verde. Bien sea un jardín, algunas plantas en la terraza o, en caso de no poder disponer de un espacio en el exterior, de una zona verde cercana a la vivienda.
Una de las máximas del Biointeriorismo es crear espacios saludables. Por ello, es fundamental que el espacio se pueda airear fácilmente, que no contenga materiales tóxicos y evitar al máximo los campos electromagnéticos. Ha de ser un espacio limpio, para evitar alergias y bacterias.
Y por último debe ser un hogar con un diseño que tenga alma y funcionalidad. Que nos ayude a sentirnos anímicamente bien y despierte nuestros sentidos. Tanto la vista, como el tacto o el olfato. Un ambiente holístico relajado. Una iluminación eficiente y lo más natural posible. Una decoración armoniosa, práctica y ordenada.
Pero, cómo conseguimos aplicar todos esos conceptos en la decoración de interiores. No te preocupes. Es mucho más sencillo de lo que parece.
Los muebles deben estar fabricados con materiales naturales que respeten el medioambiente. Aquí la madera es un buen aliado. Pero debes tener en cuenta que ésta debe ser natural, sin barnices ni colas tóxicas que puedan desprender toxinas, no muy aptas para la salud.
De igual modo, los textiles del hogar es mejor que sean de fibras naturales. De algodón, lino o lana, de yute, bambú o coco….pero todos ellos, lo menos tratados posible.
Respecto a la iluminación, debes optar por un tipo de luz que se asemeje lo más posible a la natural. Que sea lo más eficiente posible, abogando por bombillas led o de bajo consumo. Y que no emitan demasiados campos eléctricos, para evitar perjuicios en la salud.
Cuidado con las pinturas que utilizas. La gran mayoría de las existentes emiten algún tipo de toxicidad. Intenta que sean lo más naturales posibles. Tipo la pintura a la cal o el silicato. Su aspecto natural vuelve a ser tendencia, creando estancias encantadoras. Así que decántate por ellas.
Apuesta por elementos decorativos que sean funcionales, que ayuden a mantener el orden. Y no olvides ventilar asiduamente las habitaciones, añadirles algún perfume con elegantes ambientadores, velas perfumadas o flores naturales, y aplicar las técnicas del Feng-shui para conseguir una armonía visual, que te permita sentirte a gusto en tu casa. Al fin y al cabo es tu refugio. Y si apuestas por el Biointerioirsmo, lo puedes convertir en un refugio sostenible, saludable y feliz.