Cada oveja con su pareja: los colores perfectos para cada habitación de tu casa

Pintar las paredes de casa es una forma efectiva y relativamente sencilla de hacer un cambio radical. ¡Pero no vale pintarlas de cualquier color! Conoce qué paletas cromáticas son las adecuadas para cada estancia.
Publicado por Graciela Olave · 29 de julio de 2024
Cada oveja con su pareja: los colores perfectos para cada habitación de tu casa

Como bien sabrás, los colores influyen en cómo percibimos los ambientes y cómo nos sentimos en ellos. La psicología del color es un campo de estudio que nos demuestra cómo cada tonalidad afecta en el bienestar y en las actividades del diario vivir. Y qué mejor lugar para ponerla en práctica que nuestro propio hogar, ese sitio en el que habitamos cada día y que debería colmarnos de serenidad y armonía. Hoy te contamos cuáles son los mejores colores para pintar cada espacio de tu casa. 

1. Salón: centro de reuniones y lugar de descanso

El salón es el centro del descanso en familia, está hecho para socializar y disfrutar del ocio colectivo. Para las paredes, elige tonos que sean sobrios, elegantes y sencillos. Así, conseguirás un espacio sereno y calmo. Colores como el beige, gris, crema y blanco son ideales. Aportan una base versátil que puedes complementar con accesorios de colores más vivos. Para los acentos más enérgicos, complementa con textiles o muebles pequeños. Por ejemplo, una mesita de cerámica de color burdeos, cojines de color mostaza o un cuadro con tonos azulinos y verdes. 

Ahora bien, si tu salón tiene ventanales exteriores o un balcón luminoso, atrévete a pintar una pared de acento. Esto le dará un toque singular a la decoración general. Si tu estilo es elegante y sobrio, puedes pintar una pared de acento de verde oscuro o azul marino. En cambio, si es moderno y alegre, pinta el salón de color crema y añade una pared de acento en coral suave. 

2. Cocina: abundancia, alimentación e higiene

La cocina es una estancia activa, llena de creatividad y calidez. Es otra habitación de uso diario y por la cual circulan todos los habitantes del hogar. Mantenerla siempre limpia puede ser un desafío, por lo que debemos procurar que se vea ordenada, espaciosa y organizada. Para conseguirlo, nada mejor que usar colores claros en la base de las paredes. Blanco, gris o marfil son perfectos. Sin embargo, si tu cocina cuenta con luz natural, puedes probar con colores más atrevidos como el verde olivo o un azul cielo. Estos tonos quedan muy bonitos en cocinas más innovadoras que buscan un punto alegre. 

En el caso de las cocinas sin luz natural, el blanco es muy adecuado porque refleja la luz y hace que el espacio se sienta más grande y limpio. Añade muebles o acentos en colores cálidos como el amarillo o el rojo. Estos colores pueden estimular el apetito y la conversación​​, potenciando el carácter alegre y vivo tan propio de las cocinas. 

3. Dormitorios: construye espacios de tranquilidad 

El dormitorio es el espacio más tranquilo por excelencia. Sin excepción, dormitorio infantil, de adolescentes o de adultos, todos deben incitar a un buen descanso. Por esta razón, los colores deben ser suaves y relajantes. 

En primer lugar, para el dormitorio de los niños, los colores pasteles muy claritos aportan un aire alegre y armonioso. Puedes pintar las paredes de color verde salvia, lavanda, vainilla o azul cielo. Ayudarán a crear un ambiente sereno y relajante. 

Para el dormitorio de los adultos, puedes elegir un color elegante como el beige o el blanco crema. Añade listones de madera, espejos o una pared de acento para complementar la paleta cromática. Recuerda que las tonalidades claras expanden visualmente la habitación, al igual que el uso de espejos. Por ejemplo, en una habitación pequeña puedes pintar la base con blanco roto, elegir muebles de madera clara y añadir unos listones verticales para aumentar la altura visual. 

Al igual que en el salón, suma acentos de colores a través de textiles o accesorios. Cestas de fibras naturales, decoración de pared, armarios rústicos o contemporáneos, un banco singular a los pies de la cama, etc. ¡Deja volar tu imaginación! Eso sí, no te excedas. Este es un espacio destinado al descanso y debe mantenerse ordenado para no abrumarnos. 

4. Baño: un spa dentro de casa 

El baño es otra estancia donde la sensación de limpieza es clave. Los colores deben reflejar frescura, claridad y armonía. Combina una base blanca con tonos neutros como el gris o el beige. Incorpora grifería de color negro si buscas un estilo moderno. En cambio, los tonos oro, bronce, la cerámica y la madera, le darán un toque rústico y clásico. 

Experimenta con azulejos de colores: ¿qué tal un área de baldosas en color azul o amarillo? Atrévete a jugar sobre las paredes claras. No necesitas reformar todo el baño, si no quieres cambiar los azulejos puedes probar con el papel vinílico autoadhesivo.

5. Oficina en casa: máxima concentración

Si has trabajado desde casa o tienes un estudio, sabrás que el lugar debe sentirse diferente y aislado del resto de habitaciones. Esto facilita la concentración y ayuda a no mezclar la vida diaria con la vida laboral. 

Los colores que escojas pueden influir en tu nivel de productividad y creatividad. Por ende, te aconsejamos empezar con bases claras como el beige o el blanco roto. No pintes las paredes con colores demasiado brillantes como el blanco puro, ya que puede ser molesto a la vista. Los tonos profundos como el azul o el verde son elegantes y ayudan a mejorar la concentración. Incorpóralos en alguna estantería o adorno.

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