¿Has escuchado hablar sobre el punto focal? Seguro que en más de una ocasión te has encontrado con este término. Y es que, en realidad, es un concepto básico cuando empezamos a aprender sobre interiorismo y diseño. El punto focal es un recurso visual que usamos para dar vida y profundidad a un espacio. Hoy te queremos mostrar cómo elegir el mejor punto focal y cómo descubrirlo si ya lo tienes en casa.
El término “punto focal” refiere a aquel elemento, área o mueble de una estancia que destaca por sobre los demás. En interiorismo, el punto focal marca el punto de partida para la mirada y para distribuir el resto de elementos. Es un concepto sutil, pero sumamente transformador, ya que genera armonía y equilibrio a lo largo de la estancia y de toda la casa.
El punto focal establece la pauta para el resto de la decoración. Influye en la disposición de los muebles, los colores y los accesorios como plantas o textiles. En palabras simples, actúa como un ancla visual y proporciona un sentido de equilibrio y dirección.
En algunos espacios, el punto focal es obvio y natural. Por ejemplo, una chimenea imponente en el salón, una columna arquitectónica o un gran ventanal con vistas impresionantes. En una terraza, puede ser una planta grande o un árbol de jardín.
Sin embargo, en otros casos, es necesario crear un punto focal deliberadamente. Puedes lograrlo colgando un cuadro impactante, un mueble llamativo, una pared de acento o un accesorio original. El objetivo es que este elemento destaque y que se robe las primeras miradas de quienes visitan el lugar.
El punto focal es un elemento esencial en cualquier estancia. Claramente, en lo primero que pensamos cuando hablamos de punto focal es en una obra de arte o una mesa preciosa en el salón. Sin embargo, este elemento puede (y debe) estar en todas las habitaciones del hogar.
En el salón, el punto focal puede ser un sofá llamativo o una mesa de centro de estilo escultórico. También puede ser una estructura arquitectónica como un suelo hidráulico.
En el dormitorio, la cama suele ser el punto focal más natural y evidente. Este mueble central dicta la disposición de todo el espacio circundante. Para realzarlo, se puede optar por un cabecero tapizado o con listones de madera. Los colores y texturas de cobertores y sábanas también son importantes, ya que ayudarán a que la cama destaque todavía más.
El comedor, por su parte, puede mostrar su punto focal en la mesa central, sobre todo en aquellas de grandes dimensiones. Complementa con una lámpara colgante de diseño para atraer la atención hacia el centro y que resalten todos los detalles del mueble principal.
Para un bonito recibidor, instala un espejo de cuerpo entero. Si tiene un marco vistoso y llamativo, podría funcionar como el punto focal del lugar. En el baño el punto focal puede ser una bañera separada o una elegante encimera de mármol.
Uno de los errores más comunes en el diseño de interiores es intentar crear múltiples puntos focales en una misma habitación. Esta práctica puede generar un entorno visualmente caótico y desordenado. Cuando cada elemento en la habitación compite por captar la atención, el resultado es una sensación de confusión y falta de cohesión. En lugar de guiar la vista de manera natural y fluida a través del espacio, la mirada se dispersa sin un rumbo claro, disminuyendo el impacto estético del punto focal.
Para evitar este error, es fundamental identificar un único punto focal. Debe ser el primer elemento que capte la atención al entrar y desde el cual se organiza el resto de la decoración. Puede ser una obra de arte, un mueble llamativo o incluso una alfombra. Una vez establecido este punto focal, el resto de los elementos decorativos deben seleccionarse y colocarse de manera que lo complementen.
Finalmente, el equilibrio es clave. Los elementos secundarios, como lámparas, plantas y accesorios, deben apoyar y realzar el punto focal principal. Esto provocará una composición armónica y bien estructurada. Por ejemplo, si el punto focal es una obra de arte grande y colorida, los colores y materiales del mobiliario circundante deben estar en sintonía.