La chimenea no tiene porqué convertirse en el punto focal de la habitación. Puedes matizarla pintándola del mismo color que las paredes. De esta forma, quedará perfectamente integrada en el espacio sin robar el protagonismo a otros elementos de la habitación. Como en este salón donde los muebles de estilo colonial son los que acaparan todas las miradas.
Un mueble bajo frente al sofá y una bonita mesa de centro de madera robusta trabajada, contrastan con un sofá, una chimenea y una butaca mucho más moderna, pero que equilibran el espacio. Unos toques rústicos como una alfombra de fibras naturales, un puff de yute o un jarrón de terracota, terminan de configurar este salón en los que la chimenea pasa casi desapercibida.
Lo contrario ocurre en este otro salón en el que la chimenea, situada en una esquina, cobra protagonismo por sí sola. La piedra que la recubre es la excusa para decorar esta estancia con muebles regios y un par de sofás de gran tamaño. El espacio está delimitado por una bonita alfombra con cenefas en beige, que equilibra una cromática marcada por la madera, los tonos tierra y colores verdes de las paredes, cortinas, algún que otro asiento y mucha planta.
Un salón minimalista en el que predomina el blanco de las paredes y de los muebles, necesita de algún elemento que contrarreste tanta pulcritud. Una chimenea moderna recubierta de madera, a juego con los suelos de la estancia, puede ser la solución.
Ese toque de color provoca que la chimenea sea el foco de atención de un espacio, no muy grande, pero muy efectivo. La cohesión del espacio llega con los toques de madera que también aparecen en las patas de los sofás, en la mesa de centro o en el marco del espejo, que se sitúa junto a la chimenea para agrandar el espacio.
En ocasiones la chimenea puede ser la excusa perfecta para llevar a cabo una decoración simétrica. A cada lado de la chimenea que preside el salón se han colocado estanterías idénticas, que ayudan a enmarcarla y son perfectas para el almacenaje de libros y objetos decorativos.
La chimenea moderna de metal negro combina a la perfección con las estanterías, de madera y metal, con las mesas de centro, también de madera y metal negro, y con las patas de los sofás. Un par de sofás que, junto a un par de puffs de estilo rústico, delimitan la zona del salón, al situarse en forma de L frente a la chimenea.
También es buena idea resaltar la pared en la que se encuentra la chimenea con un revestimiento. Bien sea de papel pintado, de madera o de piedra. Puede que atraiga todas las miradas, o no. Porque si frente a esa pared colocas un sofá de color azul pato, como en este salón, éste se llevará sin duda, toda la atención.
La decoración moderna con toques vintage de este salón es perfecta para esta chimenea, revestida en mármol, que ayuda a conjuntar una estancia ecléctica, repleta de materiales naturales, como la madera de los muebles, la cuerda de la butaca o la lana de la alfombra.