No te vamos a engañar: nos encantan las mesas de comedor. Existen muchas variantes, modelos, materiales y formas. Elegir la mesa correcta es más que una simple decisión estética. Sabemos que es un mueble de uso frecuente, ya que es el punto de reunión de amigos, familiares e invitados.
Además, este mueble define el carácter del comedor. El estilo que elijas debe estar en consonancia con el diseño general de la habitación. Sin embargo, no solo se trata de que complemente tu decoración, sino de que también sea coherente con el estilo de vida que llevas.
Por esta razón, vamos a revisar detalladamente cuáles son los pros y contras de los dos tipos de mesa más famosos: las mesas cuadradas y redondas.
En primer lugar, las mesas redondas fomentan una interacción más orgánica entre las personas que están alrededor de ella. No existen personas que lideren las posiciones de esta mesa: todos los comensales pueden hacer contacto visual fácilmente, lo que incentiva la conversación.
Además, las mesas de comedor redondas ofrecen un espacio dinámico. La ausencia de esquinas ayuda a que todos se puedan mover con mayor facilidad y evita peligros con los niños. Además, algunos modelos tiene un pedestal, por lo cual nos olvidamos de las patas, y esto es ideal para los espacios pequeños.
Finalmente, las mesas redondas aportan suavidad a la estancia. Rompen la rigidez de las líneas rectas, lo que puede ser particularmente útil en comedores de estilo minimalista o moderno.
Desafortunadamente, las mesas redondas no ofrecen espacio de sobra. Puede que esta no sea la mejor opción para quienes disfrutan de grandes cenas (aunque hay modelos extensibles), ya que su forma limita el espacio disponible para los platos y la comida.
Además, en espacios pequeños no se pueden pegar a la pared y no son recomendables en comedores rectangulares.
Uno de los mayores beneficios de las mesas cuadradas es que maximizan el espacio. En estancias pequeñas se puede colocar en una esquina o pegar a la pared. Si tienes un comedor cuadrado, te recomendamos un modelo rectangular.
Por otra parte, permiten una fácil expansión, ya que muchas mesas cuadradas pueden convertirse en largas mesas rectangulares. Esto permitirá que se adapte a más invitados según sea necesario.
Finalmente, las mesas cuadradas dan una sensación de orden y estructura en el espacio. Algo fundamental si buscamos un diseño que invite al orden y la organización simétrica del lugar.
Quizás la principal restricción de las mesas cuadradas es que no permiten tanto diálogo entre los comensales. En este caso, lo mejor son las mesas redondas. Aquí la distancia entre las personas que se sientan en lados opuestos es evidente. Las mesas cuadradas son un tipo de mueble que dificulta la conversación, dando lugar a interacciones más segmentadas.
Asimismo, las mesas cuadradas pueden dar la sensación de ser demasiado uniformes y rígidas. Si buscas un ambiente más relajado y menos formal, es probable que no sea la mesa ideal para tu estilo personal.
En conclusión, la elección de la mesa de comedor redonda o cuadrada dependerá de varios factores como el tamaño del espacio, la frecuencia y el número de invitados y el estilo decorativo que más te guste. Si disfrutas de cenas íntimas y largas conversaciones, una mesa redonda podría ser la elección perfecta. Sin embargo, si lo que buscas es optimizar el espacio o albergar a un mayor número de comensales, una mesa cuadrada es mucho más práctica.