Para no equivocarte con las medidas, antes de decidirte por un modelo u otro, hazte estas tres preguntas: ¿de cuántos metros espacio dispongo para ubicar la mesa? ¿Cuántos la usamos a diario en casa? ¿Como máximo, cuántos comensales somos cuando tenemos invitados?
Para no complicarte demasiado, puedes tener en cuenta lo siguientes números:
Lo decíamos al principio: las mesas redondas son perfectas para espacios reducidos y no suponen un estorbo si están cerca de una zona de paso. Si tu casa es pequeña, ¡no renuncies a tener una zona de comedor! Puedes colocar una mesa pequeñita como esta, pensada para dos. Si necesitas un asiento extra, puedes recurrir a un taburete que, además, romperá con la monotonía del conjunto. Un último consejo: busca un modelo con patas estrechas, ya que son visualmente más ligeras.
Una mesa clásica de madera natural y con pedestal en el centro es siempre una buena elección. Combinada con unas sillas en el mismo tono, asientos tapizados y respaldo en cannage (rejilla), conseguirás un ambiente armónico, sosegado y romántico. Para actualizar el ambiente, puedes crear un contraste colocando sobre la mesa una lámpara colgante de un material y estilo distintos: por ejemplo, los modelos que evocan una flor que abre sus pétalos, son también un clásico renovado de plena tendencia.
Amueblar y decorar con piezas elaboradas en fibras vegetales es sinónimo de un estilo de vida slow, que reivindica el valor de lo artesanal y el respeto por el medio ambiente. Opta por crear un comedor en el que todos los elementos que lo componen (mesas, sillas, alfombra y lámpara) sean del mismo material, sin importar los tonos. Crearás un ambiente neutro que te permitirá colocar a su alrededor cualquier otra pieza que, tal vez, ya tengas en casa, como una alacena de otro color y estilo. Si, además, decoras con plantas, el resultado será un ambiente fresco, ligero y muy agradable que invita a la calma.
Las mesas redondas aportan dinamismo a la angulosidad de las estancias. Si el espacio en el que quieres ubicarla es rectangular -y siempre que los metros cuadrados te lo permitan-, enmarcarla con una alfombra y llévala al centro de la sala: le darás todo el protagonismo al comedor y, además, será comodísimo. Puedes permitirte una mesa con un diseño más sofisticado -por ejemplo, con las patas a modo de pedestal entrecruzadas en el centro- y añadir unas sillas tapizadas para jugar con las texturas y aportar un plus de calidez y confort al comedor.
Dicen que lo más sencillo es siempre lo más elegante. Si ese es tu objetivo pero no quieres sobrecargar el ambiente, opta por piezas ligeras, hazte con algún diseño icónico y añade un toque de color.
En este comedor se ha jugado a combinar una mesa con pedestal de forma cilíndrica formada por listones de madera natural con unas sillas que recuerdan al estilo Wishbone con asiento en color teja. Ese toque de color combina con el del resto de la estancia: los tubos que forman la lámpara colgante, las paredes y la alfombra estampada en los mismos tonos. Conseguirás un efecto vanguardista, sencillo y elegante: ¡todo en uno!
Todas las piezas en negro, una fuente de luz natural directa y las paredes en blanco: estos son los 3 elementos que necesitas para crear un ambiente moderno y relajado. El secreto está en el equilibrio y, sobretodo, en el juego de texturas. Si optas por un comedor monocromo, asegúrate de que cada elemento que lo conforme sea de un material distinto: aportarás dinamismo y conseguirás que sea más acogedor.
Sigue las mismas pautas que has utilizado para crear el comedor del interior aunque el espacio sea más amplio. Si te apetece darle un toque más sofisticado, opta por una mesa con un sobre que imite la estética del terrazo: este material es tendencia y, además, te resultará facilísimo combinarla con el color de sillas que más te guste.