Si todavía no te unes a la tendencia de los cabeceros de cama, ¡ahora es el momento! Antes de comprar uno, queremos que revises estos consejos prácticos para poder elegirlo con la información de tu mano.
Los cabeceros de cama cambian totalmente la apariencia de la habitación. Además, brindan soporte a la cama y comodidad a quien duerme en ella. Un cabecero bien escogido puede definir el estilo de todo el espacio. ¿Te animas a instalar uno en tu casa?
Primero que todo, vamos a revisar cuáles son los mejores materiales para el cabecero. Ten en cuenta que este no es un mueble cualquiera. El material escogido debe ser cómodo e, idealmente, de apariencia y textura cálida.
Esta opción es una de las más clásicas y versátiles. Los encontrarás en una amplia variedad de acabados y estilos, desde rústicos hasta modernos o nórdicos. La madera maciza de especies como el roble o el nogal, es elegante, cálida y muy duradera. Su calidad es innegable. Otros compuestos más ligeros, como el pino, ofrecen una estética más suave y son más accesibles.
Los cabeceros tapizados destacan por ser súper cómodos y variados. Hay algunos más blandos, suaves y otros más rígidos. Elige la opción que más te acomode según tus necesidades. Son la opción más recomendable si buscas una pieza donde apoyar la cabeza y dormir plácidamente. Normalmente, están recubiertos de telas como lino, algodón, terciopelo o poliéster de buena calidad. Este tipo de cabecero es ideal para quienes buscan un respaldo cómodo y acolchado para leer o ver televisión en la cama.
Posiblemente, estos sean los cabeceros más inusuales. Sin embargo, hay que reconocer que son muy duraderos y fáciles de mantener. Quedan muy bien en estilos industriales, vintage y contemporáneos. El metal puede ser moldeado en diseños intrincados o simples. Lo cierto, es que añaden un toque de elegancia industrial o minimalista al dormitorio.
Las fibras naturales son materiales que cada vez ganan más popularidad. Son adecuados si quieres un toque natural y fresco, incluso tropical. Los cabeceros de ratán, mimbre o bambú suelen ser ligeros, pero de apariencia cálida. Estos materiales aportan una sensación de ligereza y conectan el interior del hogar con la naturaleza exterior. Son los cabeceros por excelencia en estilos bohemios, rústicos o románticos.
El tamaño del cabecero debe estar en proporción con la cama y el dormitorio. En primer lugar, vigila que el ancho del cabecero sea ligeramente mayor que el ancho de la cama. Un cabecero demasiado estrecho puede parecer desproporcionado, mientras que uno excesivamente ancho puede dominar el espacio. Normalmente, debería ser un 20% más ancho que la cama.
En cuanto a la altura, esta varía según el estilo y la función. Un cabecero bajo es ideal para dormitorios minimalistas o nórdicos. En cambio, una pieza más bien alta puede agregar carácter y un sentido de grandeza. Asegúrate de que la altura permita comodidad y no interfiera con otros elementos arquitectónicos como ventanas.
El grosor del cabecero también es un factor a considerar. Los cabeceros más angostos ocupan menos espacio. Sin duda, son la opción más recomendada para habitaciones pequeñas. Por su lado, los cabeceros más gruesos pueden ofrecer un aspecto más sólido y sustancial. Son aconsejables en dormitorios matrimoniales, sobre todo si la estética es elegante, sobria o moderna.
El último aspecto que debemos tener en consideración, es el estilo de esta pieza. La gama de diseños es tan amplia que a veces podemos confundirnos y agobiarnos.
Un cabecero clásico, por ejemplo, suele tener detalles ornamentales como diseños circulares en metal y acabados dorados. También puede estar fabricado en madera con adornos metálicos y un acolchado en polipiel.
Por su parte, los cabeceros modernos presentan líneas limpias y minimalistas. A menudo, son fabricados en materiales como metal o madera pulida y pueden decorarse con luces LED integradas. En contraste, los cabeceros rústicos suelen estar hechos de maderas sin tratar o envejecidas. Sus diseños evocan una sensación de campo o naturaleza. En este caso, también son habituales los cabeceros de fibras naturales o madera mezclada con ratán.
Finalmente, las piezas de aspecto industrial combinan metales y maderas recuperadas. Se enfocan en la funcionalidad y la durabilidad, por lo que no sería raro ver un cabecero de estas características con almacenamiento integrado.
Con toda esta información y tips, ¿ya tienes una idea del cabecero que quieres para tu dormitorio? Recuerda elegir un cabecero que combine con el resto de muebles en tu habitación. ¡La coherencia es clave!
