Si quieres crear un dormitorio relajado, perfecto para desconectar tras una larga jornada de trabajo, no hay nada mejor como un espacio en tono azul claro combinado con muebles de madera o fibras naturales, que le aportan la calidez que le falta al lugar. Aquí, el protagonismo se lo lleva un romántico cabecero de ratán en tono natural que, aunque aparentemente sencillo, su repetitivas formas, le dan un toque muy especial a la habitación.
A veces, cuando la falta de espacio de almacenaje hace que tengamos que aprovechar cada rincón de una habitación con muchos muebles, es bueno darle toques de colores para romper con tanta madera, como en este dormitorio. Aquí, se ha optado por un llamativo color turquesa que se ha usado con los cojines de la cama y que aparece también en un espectacular cabecero de madera y ratán enmarcado en el mismo color.
El cabecero vuelve a ser el protagonista, desviando la atención de la madera imperante en el mueble que rodea la cama.
Para crear un dormitorio de estilo nórdico y rústico no es fundamental que el cabecero sea simple y de madera. A veces, en la originalidad de los materiales está la esencia del protagonismo. Como este cabecero de madera maciza de mango con piezas de cáscara de coco incrustadas de Kave Home. El resultado no puede ser más llamativo, volviendo a convertir al cabecero en el protagonista indiscutible de la estancia, ya que la simplicidad y sencillez del resto de la estancia lo hacen destacar por encima del resto de elementos.
Otras veces, en la simplicidad de un cabecero de madera está toda la esencia de la decoración. Un precioso cabecero de madera de Flandes envejecida puede ser una muy buena elección, si lo acompañas de cuadros con contrastes de colores, para aportar alegría a la habitación, como en este dormitorio. Sencillo, pero efectivo.
El mismo cabecero sencillo de madera de Flandes, pero en color blanco, cambia por completo el estilo de la habitación. Ese color, combinado con un tono rosado en las paredes, puede convertir un dormitorio aburrido en la estancia más romántica y vintage que puedas imaginar.
El cabecero blanco, así como los muebles que le acompañan, contratan con la pared en rosa, consiguiendo un ambiente muy dulce y acogedor.
Otra forma muy original de destacar la pared del cabecero es añadiendo uno que llegue hasta el techo. El mismo cabecero de antes, sencillo, de madera de Flandes en color blanca, puedes multiplicarlo por dos o por tres, situándolo uno sobre el otro hasta el techo. El resultado es espectacular, aunque vaya acompañado de tonos claros y tierra, para crear un estilo rústico y vintage que, sin duda, llama la atención.
Otra buena opción, más allá de la madera o las fibras naturales, son los cabeceros tapizados. Aportan una elegancia y una sofisticación difícil de conseguir con otros materiales. Ya sea, como en este caso, en un tono neutro o con un color más llamativo.
Las líneas curvas del cabecero, junto con su tonalidad beige, le dan mucha armonía a esta habitación nórdica de paredes blancas y detalles en tonos pastel.
Según sea la forma de ese cabecero tapizado y su color, le dará a la estancia un estilo u otro. Si antes teníamos un dormitorio relajado y nórdico, ahora con un cabecero, en color verde menta y forma cuadrada, conseguimos un estilo mucho más moderno y coqueto.
Las tachuelas doradas que bordean a todo el cabecero, acaban de aportar un toque de sofisticación, tanto a la cama, como al resto de la estancia. Y más si se combina con otros toques dorados, como un espectacular espejo de pie con marco de metal del mismo color.
Al estilo colonial le va de perlas materiales como la madera o las fibras naturales. Es parte de su esencia. Por lo que, si buscas crear un dormitorio de este estilo, apunta sí o sí, un cabecero de cama como el de este dormitorio.
Se trata de un cabecero de madera con ratán en tonos naturales, que combina de mil maravillas con muebles del mismo estilo y material.
Aunque el cabecero sea sencillo, puedes conseguir un efecto wow, incorporando papel pintado en la pared principal. No necesitas un elemento espectacular que podría hacer perder la esencia de la pared. Es mejor optar por un cabecero simple, como el de este dormitorio. Es de madera de roble macizo con listones en diagonal que hacen más desenfada la estancia.
Y tú, ¿cuál prefieres? Seguro que entre todos ellos has encontrado tu cabecero ideal. Y si no, déjate inspirar para encontrar aquello que estás buscando.