La decoración del dormitorio es una de las más importantes en casa. En esta habitación, descansamos y recuperamos energía para afrontar el día a día. Conseguir un ambiente tranquilo, sereno y ordenado es fundamental para inspirar un buen sueño y un bienestar general.
En esta ocasión teníamos el reto de decorar un dormitorio de 12 m². Una estancia compacta pero que prometía un gran potencial. La ventaja principal era la abundante luz natural directa. Si ya sigues los proyectos y artículos de Livitum, sabrás que este elemento es clave para crear espacios aireados y potenciar una atmósfera luminosa y acogedora.
Nuestra misión era transformar este pequeño dormitorio en un entorno estiloso y relajante. Para ello, la diseñadora Paula Alonso creó tres propuestas encantadoras que recogen lo mejor de los materiales naturales, los muebles multifuncionales y los textiles suaves. Así, se ha transformado un espacio frío y sin personalidad en una habitación acogedora, cálida y que invita a un buen descanso.
En esta primera propuesta, se optó por un estilo nórdico-rústico con ligeros guiños modernos. El cabecero blanco resalta por sus bordes redondeados y se complementa con el espejo y las lámparas de los costados. Sin duda, un conjunto que marca la calidez de todo el dormitorio.
La cama, con una estructura de canapé de madera que ofrece mucho espacio de almacenamiento, se vistió con textiles suaves en tonos gris y rosa empolvado. La pared principal fue revestida con un papel pintado en color beige, eliminando así los tablones fríos y desangelados de la antigua habitación.
A los lados de la cama, lucen dos encantadoras mesitas de noche de madera y lámparas con luz suave. En una de las paredes, colocamos una cómoda de madera natural de tres cajones, práctica y decorativa. Pequeños detalles como velas, plantas y cuencos decorativos sellan esta propuesta.
Para esta segunda propuesta, se puso el foco en el uso de materiales naturales y en los colores cálidos. Se añadió una lámpara de fibras naturales en el techo para entregar luz general a toda la habitación. Al igual que en la propuesta anterior, se reemplazó el oscuro suelo de terrazo por uno de madera clara. La butaca en color rosa es un mueble particular que ofrece un sitio para descansar, leer o, simplemente, acompañar.
El cabecero desenfundable en amarillo pastel y el plaid en color arena, crean un encantador diálogo de tonos suaves. Además, se dispuso un aparador alargado en la pared lateral con algunas decoraciones minimalistas. Destaca el fantástico cuadro en color blanco que conjuga con la alfombra bajo la cama. Todo un acierto y un descanso para la vista, ideal para antes de dormir.
En esta tercera propuesta, se privilegió un estilo más minimalista y una paleta de colores muy suaves. La base fue el color blanco, presente en el cabecero, en el aparador y en las estanterías de la pared principal. Se siguió usando el papel pintado beige para la pared de acento, con el fin de facilitar la creación de un ambiente cálido y enriquecido para un buen descanso.
Los estantes flotantes ofrecen un espacio ideal para guardar libros y tenerlos al alcance siempre que se necesiten. También se decoró con plantas pequeñas y un cuadro de estilo minimalista. En la cama, resaltan los tenues acentos en rosa claro, perfectos para añadir esa cuota de color y alegría que necesitaba este dormitorio.
De estas tres propuestas, ¿con cuál te quedarías tú? Sin duda, todas tienen su encanto particular. Aunque con pequeñas diferencias, en cada una de ellas se intentó crear un diseño relajante, ordenado, estéticamente agradable y muy acogedor.
La inteligente transformación de este dormitorio de 12 m² demuestra que no hay espacios pequeños, sino oportunidades desaprovechadas. Con la elección adecuada de materiales, colores y mobiliario, es posible crear ambientes relajantes y llenos de carácter que realmente reflejen un estilo elegante y singular.