El dormitorio es un espacio de la casa que pide a gritos una decoración serena, tranquila y elegante. Está demostrado que las elecciones de material y color pueden afectar en nuestro bienestar, sobre todo en el área de descanso. Afortunadamente, las tendencias actuales en interiorismo nos llevan hacia un estilo cada vez más conectado con la naturaleza. Aquí es donde las fibras naturales toman total protagonismo. Hoy te mostramos algunas ideas prácticas para llevar lo mejor de estos materiales a tu dormitorio. Fibras como el lino, la lana, el yute, el bambú y el mimbre pueden crear una habitación especial y tremendamente relajante.
Uno de los elementos más esenciales en un dormitorio es la ropa de cama. Idealmente, debemos escoger piezas de calidad, que nos ayuden a dormir con una temperatura adecuada y con texturas suaves y cómodas. El lino y el algodón son los materiales que mejor encarnan esta filosofía. Por una parte, el lino tiene una textura ligeramente rugosa y buena capacidad para regular la temperatura corporal. Es ideal para mantener una sensación de frescura en verano y calidez en invierno. Un consejo: utilízala en fundas nórdicas, es decir, no para sábanas ni almohadas. Ten en cuenta que su apariencia añade un leve toque de informalidad, perfecto para un dormitorio sencillo, simple y elegante.
Por otra parte, el algodón es reconocido por ser un material suave y duradero. Prefiere sábanas y fundas de algodón orgánico. Además, los colores neutros como el blanco o el beige refuerzan la sensación de serenidad. Otra fibra natural que es menos conocida es el bambú. Las sábanas creadas con este material generan una sensación de suavidad muy parecida a la del algodón.
Complementa la decoración de tu cama con otros textiles como una bonita manta a los pies o cojines en lino. Estas texturas aportan una dosis de calidez muy propia de los dormitorios bien decorados. La lana, por ejemplo, es una fibra natural que destaca por su durabilidad y calidad. ¡Créeme que las noches frías de invierno lo agradecerás!
Si has vestido tu cama con tonos neutros, esta es una buena oportunidad de añadir un acento de color. Complementa con cojines de diseños a tu gusto personal y juega con otros accesorios.
Las alfombras de yute pueden llevarnos automáticamente a la naturaleza, sobre todo al despertarnos por las mañanas. Esta fibra es resistente y de tacto rústico. Aporta carácter e interés visual al dormitorio, más aún si combinamos con un suelo de madera o de tonalidades claras. Si tu dormitorio es pequeño, elige una alfombra de tamaño reducido como bajada de cama. Pero si tienes una cama grande y suficiente espacio, elige una más amplia que fortalezca la idea de decoración natural.
Las cortinas de lino son de las favoritas para intensificar la presencia de luz natural en el dormitorio. Es una tela que permite el paso de la luz solar de manera suave y difusa. Como resultado, habrás creado un ambiente íntimo y relajante.
A diferencia de otros tejidos, el lino tiene la capacidad de mantener el frescor en verano y proporcionar aislamiento térmico en invierno. Mejor todavía si eliges cortinas en tonalidades claras como el blanco o un gris suavecito. Lo importante es mantener la privacidad y realzar la luz en el lugar.
El mobiliario de fibras naturales está cada vez más en tendencia. Estos materiales pueden convertirse en piezas de todo tipo. Son tan versátiles que puedes encontrar una mesita de bambú lisa en un dormitorio moderno o una cajonera de ratán en una habitación rústica.
Con estas fibras se crean cabeceros de cama con mucho carácter, mesitas de noche de puntas redondas, bancos trenzados o butacas ultra cómodas para leer antes de dormir. Suelen tener estructuras abiertas y enrejadas, algo ideal para dormitorios de espacio reducido que necesitan fortalecer la sensación de amplitud. Finalmente, ten en cuenta que los tonos claros de estas fibras naturales no saturan visualmente el ambiente y pueden crear una atmósfera muy acogedora.
