Para que un espacio se vea amplio, la mejor opción es apostar por una paleta de colores clara y neutra. Eso permitirá reflejar la luz que entra por las ventanas y, esa luminosidad, ayudará a dar más amplitud. Si te encantan los colores, lo mejor es añadirlos en detalles y acentos, como en los cojines de la cama o en algún objeto decorativo.
Es importante que no abuses de muchos colores. Lo ideal son dos o tres. Así se consigue una mayor unidad visual y el espacio parece más fluido y grande.
Los espacios pequeños requieren que no se desaproveche ningún rincón. Por eso, es buena idea optar por muebles a medida que se ajusten perfectamente a la habitación. Muebles que sean de líneas simples y sencillas, poco ornamentados, que visualmente ocupen menos espacio.
Una buena idea es prescindir de tiradores para que el mueble se integre en la habitación como si fuera una pared más. Esa uniformidad hará que visualmente el espacio parezca más amplio.
Otra buena opción es usar una cama con canapé donde puedas guardar muchas cosas. La ropa de fuera de temporada, las maletas de tus viajes o el calzado que menos usas.
Y si puedes incorpora baldas, mejor que cómodas o estanterías, ya que ocupan un espacio que posiblemente no te puedas permitir, consiguiendo igualmente almacenaje para tus libros y objetos.
Aléjate de tejidos pesados, como la lana o el fieltro, y apuesta por tejidos livianos y vaporosos que aportarán mayor ligereza al espacio y ayudará a ampliarlo visualmente. Piensa en algodones y linos. Sobre todo en las cortinas que, de esta forma, también ayudarán a dejar pasar más luz natural y aportarán mayor luminosidad a la estancia.
Para conseguir que el dormitorio se vea más amplio también puedes jugar con la ilusión óptica que aportan los elementos horizontales. Por ejemplo, incorpora un cuadro en formato apaisado o coloca un arrimadero que tienda a la horizontalidad en lugar de a la verticalidad. Aunque no lo creas, conseguirás que el espacio se ensanche mágicamente.
Una idea creativa que funciona es incorporando líneas horizontales en los tejidos. En la colcha, en los cojines, en las cortinas…. Los ojos seguirán las líneas y conseguirás una ilusión óptica que hará que el dormitorio parezca más grande.
Un dormitorio pequeño no tiene por qué ser soso. Puedes añadirle un poco de encanto pintando una de las paredes de un color más oscuro, para que se convierta en el punto focal de la estancia, e incluso añadirle un papel pintado extremado. De esta forma conseguirás que tu dormitorio tenga estilo, al tiempo que consigues que esa pared provoque un efecto visual que aporte profundidad a la habitación.
Son un imprescindible en todo dormitorio, por aquello de darle un último vistazo al look de cada mañana. Pero además, son necesarios para conseguir una ilusión óptica que amplíe el espacio. Los espejos, además de reflejar la luz y aportar mayor luminosidad al espacio, también reflejan el entorno, consiguiendo que se dupliquen los metros cuadrados.
Es otro de los imprescindibles para crear un dormitorio agradable y confortable. La iluminación es muy importante, tanto para conseguir una mayor amplitud visual, como para lograr el ambiente deseado en todo momento. No olvides añadir una luz general y diferentes puntos de luz que ayuden a crear diferentes atmósferas e iluminen cada rincón de la habitación por separado.
Si tienes los techos altos, puede jugar con la altura. Atrévete con un diseño rompedor y coloca la cama en la parte alta y deja espacio en la parte inferior para crear tu vestidor soñado.