¡NO caigas! 6 errores (típicos) que cometes cuando decoras la habitación de tu hijo

Decorar la habitación de los más pequeños es un momento emocionante para cualquier familia. Si estás a punto de empezar a diseñar el dormitorio infantil, este artículo te será muy útil. Te dejamos los errores más frecuentes que debes evitar antes de decorar el dormitorio de tus niños.
Publicado por Graciela Olave · 5 de diciembre de 2024
¡NO caigas! 6 errores (típicos) que cometes cuando decoras la habitación de tu hijo

Diseñar la habitación de un niño o niña es un momento hermoso y muy divertido. Sin embargo, en el afán de crear un espacio encantador, podemos caer en ciertos errores muy típicos. Esto puede tener repercusiones a largo plazo, o incluso influir en la seguridad del niño. Por eso, hoy te contamos cuáles son estos fallos comunes que muchas familias cometen a la hora de decorar la habitación de los más pequeños y te mostramos soluciones. ¡Mejor prevenir que curar!

1. Decorar desde la perspectiva de un adulto

Uno de los errores más habituales al decorar una habitación infantil es no tener en cuenta las verdaderas necesidades y preferencias de los niños. Algunas familias eligen muebles y accesorios que consideran estéticamente agradables, pero que resultan incómodos o poco atractivos para los más pequeños. Te damos un consejo:  si puedes, conversa con tu hijo al respecto. Y si todavía es un bebé, pregúntate qué actividades le gustaría hacer ahora o en el futuro y qué necesidades tendrá en su propio espacio.  

 Por otra parte, apuesta siempre por materiales seguros. Instala protectores en las esquinas de las mesas o elige muebles con puntas redondeadas. Asimismo, prefiere piezas robustas o flexibles, ya que los niños suelen tener mucha energía y es probable que los objetos delicados se rompan o se estropeen. 

2. No asumir que los niños crecen rápido

¡Tu bebé no será siempre un bebé! Y es algo que tenemos que asumir, incluso a nivel decorativo. A medida que los niños crecen, sus necesidades cambian con ellos. Decorar la habitación de un bebé o un niño pequeño con demasiados elementos fijos puede generar problemas a corto plazo. Algunas familias cometen el error de llenar la habitación con muebles específicos para cada etapa como mecedoras o peluches de gran tamaño. Inevitablemente, estos pueden volverse inútiles en poco tiempo.

 Para evitar esto, elige muebles versátiles y adaptables. Prefiere camas que puedan ajustarse a medida que el niño crece o muebles multifuncionales. Así, cuando el pequeño necesite un escritorio o más espacio de almacenamiento, podrás ajustar la habitación sin necesidad de cambiar la estancia completamente. 

3. Decorar sin dejar espacio para el juego

El juego es una actividad fundamental para el desarrollo de un niño. En su habitación, debe haber un espacio para poder jugar con seguridad y tranquilidad. No pierdas de vista que jugar no es una opción, sino que es una necesidad. Por ejemplo, si colocas una cama en el centro del dormitorio y llenas las esquinas de muebles, no podrás habilitar una zona de juegos. 

 Una buena solución es situar la cama en una pared o utilizar literas para liberar espacio en el centro. Además, te recomendamos colocar el escritorio o la mesita de juegos cerca de una ventana o en un rincón que permita aprovechar la luz natural. 

4. Escoger muebles inaccesibles para niños

Al igual que te comentábamos en el primer punto, muchas veces cometemos el error de decorar la casa desde la perspectiva de un adulto. Esto se refleja claramente a la hora de escoger muebles. La altura de los muebles es clave en una habitación de niños. Nuestra recomendación es que escojas estanterías y armarios que estén a su altura. Esto potenciará la autonomía del niño y creará un ambiente mucho más práctico. Ten en cuenta que los muebles altos deben estar firmemente anclados a la pared para evitar accidentes.

 5. Usar colores demasiado intensos

Otro error común es pintar la habitación con colores intensos o llamativos. Esto puede ser atractivo para decorar una habitación solo destinada al juego, pero en un dormitorio los colores fuertes pueden impedir un buen descanso o la concentración a la hora de estudiar.   

Mejor inclínate por tonos neutros y claros como beige, blanco o tonos pastel, sobre todo en las paredes. Estos colores crean una atmósfera tranquila y versátil.  Los colores intensos pueden reservarse para accesorios fáciles de cambiar, como cojines, alfombras o cuadros.

6. No priorizar el orden y la organización

A medida que el niño crece, también lo hace la cantidad de cosas que necesita almacenar. Si antes eran los juguetes, la ropita de bebé o los pañales, muy pronto serán la ropa de niño, los libros de estudio y los materiales escolares. No subestimes la necesidad de espacio de almacenamiento en una habitación infantil. Es fundamental que cuentes con estanterías, cajoneras, muebles multifuncionales con almacenamiento integrado, etc. 

Ahora ya tienes toda la información de tu mano para diseñar la habitación de tu hijo o hija. Ya sea un bebé o un niño, seguro que más de algún error evitarás con estas recomendaciones. 

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