Es el rincón donde nada debe interferir para dormir y sobre todo, el más importante al momento de comenzar con la distribución. La elección de la cama y cómo colocarla es la clave para organizar una habitación que se adecue a todas las estancias de la vida de quien la habita.
Hay camas de todo tipo y aquí os dejamos algunas ideas:
- Extensibles: son ideales entre los 3 y 7 años y permitirán que se adapte a su crecimiento con el paso del tiempo.
- Reversibles: el colchón puede adaptarse en altura y al crecimiento del niño. Es una gran opción para ampliar espacios extras.
- Altas y literas: optimizan el espacio al máximo y nos permiten realizar más actividades en rincones más pequeños.
- Con almacenaje: excelente opción para habitaciones pequeñas con poco espacio de guardado. Podemos utilizarlas para almacenar juguetes o ropa.
En habitaciones compartidas entre hermanos se pueden buscar camas combinadas o encastrables. Crean espacios confortables y divertidos que pueden tener diferentes funcionalidades.
Para el momento de dormir es importante tener en cuenta que eliminar la tecnología a la hora del sueño ayudará a que tus hijos descansen mejor. Puedes tener cajones de almacenaje alejados de la cama.
Las mesillas de noche son otro elemento necesario para que puedan dejar un vaso de agua, las gafas o los libros que se leen antes de dormir. Pueden ser un nexo de la propia cama o un mueble externo. Busca establecer colores neutros al momento de elegir estos muebles para poder combinarlos en las diferentes etapas de crecimiento.
Lo más importante en este espacio de la habitación es mantener el orden. El dormitorio juvenil puede volverse un caos luego de los momentos de juegos pero contar con armarios, cajas, cestas y divisores de almacenaje será una gran ayuda al momento de ordenar.
En esta zona es importante tener en cuenta que la paleta de colores que elijas será un estímulo para la creatividad. Colores como el amarillo y el verde manzana os invitará a potenciar la diversión.
Las camas pueden ser grandes aliadas del espacio de juego. Los huecos que se encuentran debajo son el rincón perfecto para colocar juguetes en cajas de diferentes tipos: de cartón, transparentes e incluso con ruedas para una mejor movilidad.
Algunos elementos se pueden colocar en estanterías que servirán para aprovechar cada punto de la pared. En ellas podemos sumar cuadros con fotos familiares, de amigos y dibujos realizados por ellos mismos. Aquí pueden participar los más pequeños y elegir qué les gustaría tener en estos espacios.
Es imprescindible encontrar la mejor manera para combinar y facilitar todos los elementos a la hora del estudio. En este rincón los niños y jóvenes deben sentirse a gusto para poder concentrarse con tranquilidad.
Podemos escoger un escritorio que nos permita almacenar libros, cuadernos y tecnología. Una mesa de trabajo amplia con estanterías donde colocar lo que sea más útil a mano es fundamental.
En esta etapa es muy importante tener en cuenta qué tipo de iluminación utilizaremos. La luz debe ser direccional e iluminar el área de estudio evitando las sombras y el encandilamiento. Se recomienda escoger puntos de luces específicos que se adecuen a este espacio.
Si los metros cuadrados son pocos podemos colocar un escritorio reversible que, al momento de no utilizarlo, nos permita ganar en espacio de juego y movimiento. Incluso, un mismo mueble puede servirnos para diferentes cosas y un módulo de estudio puede esconder debajo espacios de guardado de zapatos o juguetes.
Las ideas son muchas y en estas habitaciones recomendamos compartirlas con vuestros hijos. Hacerlos partícipes de la elección de accesorios, edredones y algunos colores de su habitación los ayudará a sentirse más cómodos.