Lo primero es lo primero. Así que antes de ponerte a diseñar un espacio debes hacer un boceto más o menos cercano a tus intenciones decorativas. Eso te permitirá ver sobre el papel cómo quedará la composición que tienes en mente, si los muebles que quieres te caben en el espacio, si la composición es proporcionada o si debes añadir o quitar elementos.
Es fundamental medir el espacio, medir y volver a medir. Tantas veces sean necesarias para asegurarte que tu diseño funciona.
De esta manera te evitarás tener que ir moviendo de un lado a otro los muebles, ahorrando tiempo y sobre todo dinero. Porque si compras un sofá que luego no te cabe, tendrás que devolverlo.
Otra opción es solicitar ayuda profesional. Recuerda que con Livitum puedes tener un diseñador de interiores que se ocupa de todo.
La decoración de tu hogar debe fluir y los muebles no deben entorpecer el paso. El diseño de interiores debe ser estéticamente bonito, pero sobre todo tiene que ser funcional. Así, por ejemplo, debes dejar unos 45 cm. entre el sofá y la mesa de centro para poder colocar correctamente las piernas y no chocarte con ella. Para poder circular cómodamente por la estancia la distancia debe ser de unos 80 cm. entre muebles, no menos de 50 cm., si no quieres tener que pasar de lado. O la mesa del comedor debe estar separada unos 90 cm. de la pared para poder colocar las sillas y que éstas puedan apartarse fácilmente para poder sentarse.
Con ello no queremos decir que te vuelvas un clásico y des la espalda a las modas. Ni mucho menos. Pero sé coherente con las compras que realices. Los muebles y objetos más duraderos es mejor que sean más atemporales, para no tener que cambiarlos cada año. Es mejor seguir las tendencias en objetos que sean más fácilmente reemplazables, como cojines, cuadros o elementos decorativos. De esta forma, tu casa siempre se verá moderna, sin tener que desembolsar mucho dinero.
Cada habitación necesita de algún elemento que se lleve todo el protagonismo. Ya sea un cabecero especial en el dormitorio, una obra de arte en el salón o un papel pintado espectacular para el comedor.
La mejor forma de decorar cualquier espacio es usando diferentes capas y jugando con ellas. Con diferentes colores, diferentes texturas o diferentes patrones. Al hacerlo así, conseguirás que si alguna cosa no funciona decorativamente puedas eliminarla fácilmente.
Los espejos son un imprescindible de toda decoración. Es impensable que en un hogar no exista ningún espejo. Son útiles para darnos un último vistazo cada día antes de salir de casa, pero además, son especialmente importantes a nivel de diseño porque ayudan a reflejar la luz natural que entra por las ventanas y visualmente duplica el espacio, al jugar con su reflejo. Eso sí, ten cuidado en mostrar en su reflejo cosas que quieres esconder.
Aunque en muchas ocasiones no se le presta mucha atención a la iluminación, es una parte fundamental de la decoración. Con ella puedes crear ambientes muy diferentes o hacer que un espacio parezca más grande de lo que es.
Aquí, como en el resto de la decoración es bueno pensar en una iluminación por capas. Es decir, pensar en una luz general, que ilumine toda la estancia, e ir añadiendo diferentes puntos de luz en varios rincones de la estancia, en función de tus necesidades y de los ambientes que quieras crear en cada momento.
Es otro imprescindible. Porque además de darte privacidad y que los vecinos no te cotilleen, ayudan a vestir las estancias elegantemente. Eso sí, debes tener en cuenta de no colgar cortinas que queden cortas o que no cubran toda la ventana o balcón. Un truco, si cuentas con una ventana muy pequeña y quieres que parezca más grande, cuelga una cortina que duplique su tamaño.
Eso de tener la naturaleza a nuestra vera, aunque estemos en un piso en la ciudad, es fundamental. La naturaleza nos hace mucho bien. Por lo que las plantas no deben faltar en nuestro hogar. Además, decoran y aportan color como pocos elementos.
Si eres un jardinero nefasto, no te preocupes. El truco está en elegir las plantas adecuadas a tus capacidades. Algunas sobreviven sin que apenas les hagas mucho caso.
Es una regla que utilizan mucho los diseñadores de interiores. Consisten en agrupar los elementos decorativos de tres en tres para conseguir composiciones que sean equilibradas, armoniosas y atrayentes.
Todo se basa en una explicación científica que dice que nuestro cerebro considera mucho más atractivas las composiciones impares. Unas composiciones a las que, si la vez les añades la regla del menos es más, resulta que el tres es el número mágico.
