Lo primero que se debe tener en cuenta es la utilidad que le va dar a esa habitación. No es lo mismo iluminar una zona de trabajo que un dormitorio, una sala de juegos para niños que el salón. Sin embargo, si tienes en cuenta 5 aspectos claves, iluminar cualquier estancia te puede resultar fácil, con un resultado espectacular y muy funcional.
1) Siempre que puedas potencia la luz natural: es la luz mejor para realizar cualquier actividad. Así que no impida que entre en tu hogar. Utiliza cortinas translúcidas, incorpora espejos que ayuden a reflejarla o utiliza tonos claros que aporten mayor luminosidad al espacio. Si ello no es posible, procura iluminar el espacio con una luz que te recuerde a esa luz natural que tanto necesitamos. Y sobre todo, no olvides iluminar toda la estancia. Que no quede ni un rincón sin luz, para que la zona se vea mucho más espaciosa.
2) Ten en cuenta la temperatura de la luz: según sea la temperatura elegida, crearás ambientes más cálidos o más fríos. Más acogedores o más funcionales. Es decir, para un dormitorio en el que es fundamental relajarse y descansar, siempre será mejor una luz cálida. Mientras que en una zona de trabajo, en la cocina o el baño, una luz fría ayudará a estar más atentos y concentrados, para estudiar, cocinar o maquillarse, por ejemplo. La temperatura de la luz se mide en grados Kelvin. Hasta los 2.700 se considera luz cálida y tiene un color más amarillo, más parecida a la luz del sol. Mientras que la luz fría, aquella que tiene un color más azulado, se sitúa en torno a los 5.000 grados Kelvin.
3) Debes incorporar iluminación general e iluminación puntual: la mejor forma de iluminar una estancia es con varias luminarias. Una general, que proporcione luz a todo el espacio, y tantas lámparas como creas necesarias para dar luz a espacios concretos. Sobre la mesa del comedor, una lámpara de lectura junto al sofá, la luz de las mesillas de noche o un flexo de escritorio, por ejemplo.
4) Es importante el nivel de la luz: debes utilizar una intensidad de luz acorde a lo que necesites. En un dormitorio, es mejor optar por una luz algo más tenue, que ayude a relajarte. Mientras que en el baño, necesitarás más potencia lumínica para maquillarte como un profesional. No es bueno tener la iluminación de un campo de fútbol en el salón, ni que vayas a tientas en la zona de trabajo. Debes encontrar el equilibrio, en función de las actividades que realizas en ese espacio.
5) Ten cuidado a qué alturas pones la lámpara: decidida la intensidad, la potencia y el tipo de luz que necesitas en la habitación, una cosa importantísima que debes tener en cuenta es a la altura que sitúas las lámparas. Por ejemplo, los apliques de pared los debes situar a una altura lo suficientemente alta para que la luz no moleste tu vista, pero no tan arriba para que solo ilumine el techo. Mientras que el colgante o la lámpara sobre la mesa del comedor debe a estar a un altura de unos 75-80 cm. sobre el tablero.
Los sótanos suelen ser muy oscuros porque raras veces cuenta con ventanas que permitan la entrada de luz natural. Si tienes la suerte de contar con al menos una, aprovecha al máximo la luz que entra por allí. Pinta las paredes del sótano de tonos claros para que la luz se refleje o incorpora espejos o elementos de cristal que también ayudarán a reflejarla. Posiblemente con eso no sea suficiente, así que debes iluminarlo de forma artificial, aportando la calidez y funcionalidad, con las lámparas más adecuadas.
Los parámetros y los aspectos a tener en cuenta serían los mismos de cualquier habitación, teniendo en cuenta la utilidad que le das a ese sótano y el ambiente que quieres crear. Olvídate de poner una luz intensa. Lo mejor es optar por una luz general y tantos puntos lumínicos puntuales como sean necesarios. Con una luz cálida, si es para un espacio relajado, o una luz más fría, si es para usarlo como un gimnasio, por ejemplo. Si lo haces correctamente, conseguirás que el sótano sea una habitación más de tu casa y no un lugar lúgubre y poco acogedor al que da miedo bajar.
Una muy buena opción para esta zona es la iluminación LED. Por varias razones. Consumen muy poco, algo a tener en cuenta en una estancia en la que la luz puede estar mucho tiempo encendida. No emiten tanto calor como una lámpara normal, fundamental en un espacio poco ventilado como un sótano. Y además, encontrarás todo tipo de modelos que se adaptarán fácilmente a tu decoración, pudiendo en ocasiones variar incluso el color de la luz a tu antojo.