Por estrecho que sea tu pasillo siempre puedes poner un mueble de poca profundidad o una consola, situándolo en mitad de la zona para conseguir que así el pasillo no resulte tan largo, ya que visualmente el mueble acortará distancias.
Y quien dice un mueble, dice una balda o una estantería. Mejor que no llegue al suelo, para que ópticamente el espacio no se vea reducido.
Otra buena opción es aprovechar la pared del final del pasillo para colocar allí un bonito mueble que te dé un plus de almacenaje. De esta forma, además, todas las miradas se centrarán en él, obviando la forma estrecha y alargada de esta zona.
Un espejo en esa misma pared del pasillo también es una gran solución. El espejo tiene la particularidad que, al reflejar las cosas que tiene frente a él, ayuda a reducir la sensación de distancia. Además, como refleja la luz, aportará claridad a una zona de la casa que suele ser bastante oscura.
Y hablando de oscuridad, ¿por qué no decorar con unos bonitos apliques en la pared? Con ellos no solo conseguirás decorar esta parte de tu hogar, sino que lo iluminarás, aportando mucha sensación de amplitud y claridad.
En el mercado existen algunos apliques que son auténticas esculturas. Tanto es así, que no parecen lámparas. O con un diseño tan innovador, que decoran por sí mismos.
Es importante que en un espacio de paso como es el un pasillo no haya muchos elementos en el suelo que entorpezcan la fluidez del espacio. Por ello, es buena idea apostar por decora las paredes con cuadros.
Puedes crear tu propia galería de arte en tu pasillo, colocando de forma alineada algunos cuadros o de forma aleatoria, para poder admirarlos cual museo.
Otra buena opción es hacer del pasillo una galería de recuerdos con algunas fotos familiares o con las magníficas instantáneas tomadas de tus viajes.
También puedes convertir tu pasillo en un espacio muy elegante y chic añadiendo a las paredes unas molduras. Su colocación es relativamente sencilla, para el resultado tan extraordinario que consigues. Después solo tienes que pintarlas a tono de la pared, para darle textura, o de otro color diferente, para resaltarlas.
Que sea un lugar de paso en el que no estás mucho tiempo, no quiere decir que tenga que ser frío o que su decoración no pueda ser cálida y acogedora. Al fin y al cabo, es otra parte de tu hogar. Por ello, añadir algunos toques de madera no es mala idea. Con unos bonitos paneles de listones de madera, por ejemplo. Puedes panelar por completo una de las paredes para hacerla la protagonista o colocarlos estratégicamente para separar la zona donde has colgado tu galería de arte o tus apliques.
En los espacios más pequeños es donde puedes dejar volar tu creatividad y ser más atrevido. Lugares como el recibidor y el pasillo pueden ser más llamativos, ya que es una forma de resaltarlos a pesar de su pequeño tamaño. Así que no te cortes y atrévete con un papel pintado extravagante o jugar con la pintura.
Son de esos elementos que siempre quedan bien en cualquier rincón y siempre decoran. Las plantas siempre son bienvenidas, incluso en los pasillos. Y no te preocupes por la falta de luz natural. Algunas especies precisamente necesitan de su ausencia para sobrevivir. Y siempre tienes la opción de optar por plantas artificiales. Hay modelos tan bien hechos que parecen totalmente naturales.
Porqué no. Una alfombra es otro de esos elementos decorativos que decora por sí misma, aporta calidez y no ocupa mucho espacio. Vamos, ideal para dar color a un pasillo estrecho, alargado y pequeño que no sabes cómo decorar.