Incorporarlo es relativamente sencillo. Es un color que siempre queda bien. Y combinado con madera es el tándem perfecto. Además, es tan versátil que se adapta a cualquier estancia. ¿No te lo crees? Echa un vistazo a la diversidad de proyectos de Livitum que incluyen esta combinación.
El dormitorio es la estancia de la casa a la que vamos a descansar y reponer fuerzas. Así que ha de ser un lugar que invite al relax, pero que al tiempo resulte acogedor. Por lo que la combinación madera + azul es ideal.
Hay muchas formas de incorporar esa combinación en el dormitorio, pero una de las más sencillas es resaltando la pared principal, aquella en la que se encuentra el cabecero, de color azul y añadir la madera a través de los muebles o en algunos detalles, como las patas de un banco a los pies de la cama o una pequeña estantería.
Esa calma que transmite el color azul es perfecta también para facilitar la concentración en espacios de estudio. En una habitación juvenil es perfecto. Sobre todo si cuenta con una pequeña zona de trabajo. La vitalidad de tus hijos se podrá ver reducida al entrar en un espacio sosegado y relajado como el de este proyecto de Livitum.
La elección de un bonito azul en la pared contrasta con la luminosidad de los muebles en blanco y la calidez de la madera, que aparece solo en detalles puntuales.
Pero si lo que quieres es aportar color a la estancia ahora que llega el verano, para volver a los tonos más oscuros al inicio del invierno, la mejor opción es incorporar el azul en accesorios que sean fácilmente reemplazables. Por ejemplo, en la ropa de cama, en la silla de escritorio o en un bonito cuadro decorativo.
Conseguir ese toque de calidez que necesita el dormitorio lo puedes lograr añadiendo unos bonitos paneles de listones de madera en la pared.
No hace falta que incorpores la combinación azul + madera en toda la decoración de una estancia. A veces, menos es más, para conseguir un espacio tan elegante como el de este salón. Aquí, solo se ha usado el tándem azul y madera en una de las paredes. El resto de la habitación destaca por la simplicidad de colores y formas. En cambio, todas las miradas se las lleva una espectacular pared de acento pintada de un precioso azul grisáceo, a la que se le han incorporado unas cuantas baldas de madera en tono nogal.
Si hay un estilo que diga a grito que estamos en verano, ese es el estilo mediterráneo. Aquel caracterizado por espacios muy luminosos, en los que la madera clara y algunos toques de azul son los protagonistas.
Como ejemplo, echa un vistazo a esta propuesta de Livitum. El color blanco inunda todo la sala, en las paredes, en el sofá, en la alfombra…La madera, de un tono muy claro, aparece en espacios puntuales para aportar algo de calidez, a través de algunos detalles en los muebles, en unos listones de madera en la pared o en el marco de unos cuadros. Rematan el diseño acentos de un azul intenso que, además de aportar color, añade alegría y frescura al ambiente. Unas pinceladas de azul presentes en cojines, en la tapicería de una de las butacas o en los cuadros de la pared.
Si la composición anterior te gusta, pero te resulta demasiado fría, puedes añadir más color y más madera al diseño. En un espacio rústico, con techos de vigas de madera y molduras en las ventanas también en este material, la idea de refrescar el ambiente se puede conseguir añadiendo más pinceladas de azul. Pintando una de las paredes de azul cielo, para que no resulte muy estridente, y conjuntándola con detalles como una bonita alfombra del mismo color e incluso un sofá.
Si la paleta cromática de azul + madera te parece demasiado sosa y fría, puedes incorporar a tu diseño un color llamativo que contraste. Por ejemplo, un vitaminado color naranja. No te excedas con él. Añádelo en un cojín en el sofá o en algún otro detalle que pase casi desapercibido.
Es otro estilo que también resulta luminoso y acogedor para disfrutar de tu salón en los meses de verano. A un espacio repleto de muebles y detalles en madera, la incorporación de azul, en varias tonalidades, le aporta a la estancia mucho color. Son detalles fácilmente reemplazables, como los cojines del sofá o la alfombra, para que, llegado el otoño, los cambies por otros de tonos de aspecto mucho más calentitos.
En esta estancia también son una combinación perfecta. La mejor forma de aplicarla es con los muebles de madera y añadiendo el color con el tapizado de las sillas.
Mira este proyecto de Livitum. La elección de un azul marino le aporta al comedor mucha elegancia y un toque distinguido. Mientras que la madera de la mesa y la consola lo hace un espacio más tradicional.
Si no te atreves a añadir tanto color al comedor, puedes incorporar el azul en pequeños detalles, como en los cuadros de la pared, por ejemplo. El resto, con una base blanca y muebles macizos de madera, convertirán al comedor en un espacio moderno y sosegado que invita a largas horas de sobremesa con amigos.