El nuevo look estacional de tu salón está pintado de verdes, azules y tonos cálidos como el amarillo mostaza o el terracota. Descúbrelos a continuación.
El verde lima y el verde menta serán furor durante este verano. Son tonos que de por sí son refrescantes y que regalan energía a cualquier espacio. Úsalos en el salón o pasillo en pequeños detalles de tus alfombras, cojines, ganchos de pared o cuadros. Además, son colores perfectos para darle vitalidad a materiales como la madera o el metal. Utilízalo, sobre todo, en ambientes decorados con un estilo moderno o industrial. Darás un toque de color con tonos vibrantes que romperán la posible monotonía de estos espacios.
El azul marino es tu color si buscas un salón sereno y elegante. Es un color profundo, ideal para generar sensaciones de calma y paz mental. Puedes utilizarlo en muebles como sofás o butacas, o en pequeños detalles decorativos de tus cortinas y alfombras. Para este verano, te aconsejamos combinarlo con diversas tonalidades de blanco como el color crema, el blanco crudo o el marfil, incluso el beige y hasta el amarillo. Esta mezcla creará un contraste fuerte, pero no demasiado agresivo. Aprovéchalo en textiles como cojines y mantas. También puedes incorporar algunas piezas en azul marino dentro de tu vajilla o cristalería para disfrutar de elegantes almuerzos de verano.
El amarillo mostaza es otro color que destacará durante este verano. Este tono cálido y alegre es ideal para iluminar el salón y crear un ambiente acogedor. Puedes incorporarlo en cojines, mantas, jarrones o incluso en una pared de acento. Ahora bien, si optas por la última recomendación, recuerda pintar con amarillo mostaza solo si el salón es una estancia con luz natural disponible. El amarillo mostaza es una variedad más oscura que podría ensombrecer los espacios.
A lo largo de este verano, contaremos con un invitado especial: el color lila. Un tono juvenil y suave que queda perfecto en habitaciones infantiles o en zonas como el baño o la cocina. Sin embargo, en esta temporada veremos que su dulzura se expande al salón en objetos decorativos como jarrones, obras de arte o textiles. ¡No lo pierdas de vista!
El blanco es un color infaltable en la decoración veraniega del salón. Resalta por su frescura y su elegancia. Es un tono que nos da una sensación de orden, limpieza y serenidad. Úsalo en sus distintas variantes para no crear una sensación de “bloque monocromático”. Acompáñalo de otras tonalidades como el verde o el terracota para que tu salón sea un espacio vivo, dinámico, pero muy pulcro.
Los colores pastel harán que tu salón se vuelva un punto de reunión encantador y romántico. Tonos suaves como el azul cielo, el verde menta o el palo rosa son ideales para crear un ambiente acogedor y muy cálido. Incorpóreos en sofás, cojines, mantas o incluso en paredes. Los colores pastel combinan muy bien entre sí, con tonos neutros y también con algunas tonalidades oscuras como el azul marino o el gris.
Finalmente, el último color tendencia de este verano será el terracota. Este color cálido nos conecta con entornos naturales y es ideal para diseñar un salón acogedor, pero con un lindo toque mediterráneo. Puedes utilizarlo en paredes, alfombras, cojines o en piezas de cerámica. También es un tono que queda muy bien en el suelo del salón. Complementa muy bien con tonalidades verdes, blancos y materiales naturales como la madera.