Si quieres añadirlos a alguna estancia de tu casa, pero no sabes cómo, echa un vistazo a estos 11 proyectos de Livitum, en los que el azul o el verde son los protagonistas.
Una de las formas más sencillas de incorporar un azul turquesa, por ejemplo, en una habitación juvenil es pintando solo una de las paredes. En este caso, el contraste con el blanco de las otras tres paredes, así como de los muebles, también en blanco, convierte a la pared azul en el punto focal de la estancia. Aquí es donde se coloca el cabecero de cama y también la zona de escritorio.
Para no dejar sola a la pared, se ha añadido una silla escandinava del mismo color turquesa, cohesionando el diseño de forma sutil y elegantemente.
En un tono más suave, el azul también es ideal para una habitación infantil en la que crear un espacio creativo para un niño. Un papel pintado con toques de fantasía en azul pastel, una mesa y unas sillas donde dejar que el pequeño se exprese dibujando y una original cama en forma de tipi, pueden ser el espacio perfecto para que un niño desarrolle su imaginación, en calma y sin estridencias.
El verde y el azul no son solo colores para habitaciones infantiles y juveniles, los adultos también pueden incorporarlo a sus dormitorios. Mira este diseño de Livitum en el que la elegancia de un verde oscuro en la pared del cabecero, combinado con toques dorados y madera de mango en los muebles, crea un ambiente muy refinado, que invita al descanso.
A veces para contrarrestar la simpleza de unos muebles de líneas rectas es bueno incorporar un elemento de color que llame la atención. Pintando la pared de un azul cobalto, como en este diseño de María Lucía Fiat.
El estilo nórdico impera en este dormitorio, en el que los tonos neutros de los elementos decorativos solo se ven interrumpidos por el color llamativo de la pared y por la originalidad de un cabecero hecho a medida, en madera y lacado blanco.
No descartes tampoco añadir un bonito verde en el salón. ¿Cómo? Por ejemplo con un precioso sofá chaise longe que atrape todas las miradas, como el de esta propuesta de Livitum.
En un espacio en el que predominan los tonos neutros y el estilo rústico con toques coloniales, un apunte de un color, que grita naturaleza en toda su esencia, no puede desentonar. Al tiempo que rompe con tanta monotonía de la madera robusta que impera en algunos de los muebles de este proyecto y con los listones de madera que separan cada una de las áreas, sin sacrificar la fluidez del espacio.
No descartes la combinación azul y negro. Para muestra, este diseño de Mauricio Troncoso en otra habitación juvenil de estilo moderno e industrial. El azul cobalto oscuro se ha apoderado de tres de las paredes de la habitación, mientras que el mobiliario se ha vestido de negro para crear un ambiente muy sofisticado. El color de los textiles de la cama, las cortinas y una balda en tono blanco, contrasta y aporta luminosidad al lugar. Una combinación perfecta.
En las butacas del salón y en las sillas del comedor es donde también puedes incorporar el color verde o azul. Mira sino este proyecto, en el que un salón comedor de estilo nórdico y rústico, en el que la madera es la predominante, se ve eclipsada por el impactante color turquesa de unas fantásticas butacas que aportan alegría al salón. Al igual que las sillas del mismo color, lo hacen en el comedor.
Para cohesionar estos llamativos colores en la decoración, también se han incorporado unos cuantos cojines de tonos vivos al sofá y se ha decorado una de las paredes con un espectacular lienzo, que incluye los mismos tonos.
No creas que una zona de estudio siempre debe ser sobria y anodina, por aquello de evitar distracciones y conseguir una mejor concentración. A veces un toque de color turquesa puede aportar una frescura a la estancia, difícil de conseguir por otros medios.
Para muestra este estudio nórdico, en el que el verde turquesa se adueña de una de las paredes, sin agobiar. Para encontrar una complicidad de color, en una estancia en la que predomina la madera y el color negro, se ha añadido una butaca del mismo color en una coqueta zona de lectura.
Tampoco creas que el azul y el verde son colores que solo son aptos para decoraciones modernas. Para muestra, este comedor clásico en el que un precioso azul viste todas las paredes, dándole un aire muy fresco y romántico.
No negaremos que la elección de unos muebles con una estética que recuerda a la época victoriana, ayudan a conseguir ese estilo vintage que se busca. Sin embargo, la combinación de estos muebles lacados en blanco, con el azul de las paredes, lo hacen ideal.
El toque final lo pone una preciosa alfombra que aúna todos los colores del comedor, cohesionando completamente toda la decoración.
Otra combinación ganadora es la que incluye azul, blanco y madera. Crea espacios muy relajados, por la serenidad del blanco, la calidez de la madera y el plus de vitalidad que aporta el azul. Como en este otro proyecto de Livitum en el que los muebles lacados en blanco, los toques de madera en algunos detalles y una pared en azul, consiguen hacer de esta habitación un lugar de calma, que ayude al estudio y a la inspiración.
¿Y qué me dices de este otro comedor de estilo vintage? Puede tener una original estantería dorada, unas obras de arte en la pared, una preciosa lámpara con pantalla en oro, pero el centro de todas las miradas se lo llevan cuatro sillas de terciopelo en un preciosos azul petróleo. Un color que se repite en la alfombra y en un puff, que aporta más asientos al comedor.