¡Nunca fue tan fácil amueblar un salón cuadrado! Así como lo lees: puedes distribuir tus muebles de manera rápida y sin reformas para conseguir un salón cómodo y encantador. A continuación, te ayudamos con algunos consejos e ideas.
Antes de comenzar a redecorar el salón de casa, es conveniente que definas cuál va a ser el mueble más importante del lugar. Normalmente, se establece que el sofá es el mueble protagónico. Sin embargo, un aparador original o una mesa de centro con mucho carácter, también son buenos candidatos.
Los sofás rinconeros funcionan muy bien en salones cuadrados. Aprovechan al máximo las esquinas y nos regalan un ambiente cálido y acogedor. Son muy cómodos para dormir la siesta, ver una película o sentarse a conversar con más personas. Gracias a su amplia extensión, harán que el salón se perciba más espacioso.
El espacio vertical es clave en todo tipo de habitaciones, incluso en el salón. Puedes incorporar estanterías flotantes o armarios de pie en algún punto. Esto ayudará a mantener el orden y conservar todo siempre recogido. Además, puedes instalar un bonito estante esquinero con adornos, copas e incluso algunas botellas o frascos de bombones para cuando tengas invitados.
Distribuir los muebles en cualquier tipo de habitación, es un arte en sí misma. Si tu salón es cuadrado, nuestro objetivo es maximizar el espacio y hacer que se perciba como amplio y fluido.
El sofá, por ser uno de los muebles más grandes, debe ubicarse estratégicamente. Sitúalo en la pared más larga para aprovechar el espacio y a partir de allí empieza la decoración.
Por otra parte, es conveniente que crees áreas específicas dentro del salón. Esto organizará el espacio y dará funciones a cada zona.
Utiliza alfombras para definir visualmente cada área sin necesidad de paredes divisorias. Por ejemplo, una alfombra de juegos, gruesa, mullida y lavable, puede ser la base para que los niños jueguen. También puedes determinar una esquina como zona de lectura. Elige un sillón individual y una lámpara de pie que aporte luz focal a la hora de leer.
La simetría puede ser agradable a la vista, pero en un salón cuadrado, exagerarla hará que el espacio se sienta rígido y poco acogedor. En lugar de eso, es mejor que optes por una disposición dinámica que invite a la movilidad y a la interacción. Por ejemplo, ubica algunas sillas o butacas cerca del sofá. Esto facilitará la comunicación entre invitados o entre los mismos habitantes de la casa. Asimismo, te aconsejamos elegir algunos muebles de líneas curvas. Una mesita de centro redondeada o un espejo ovalado ayudarán a suavizar el ambiente.
En general, los muebles multifuncionales son perfectos para espacios reducidos o para zonas cuadradas. Nos dan un extra de almacenamiento y facilitan el orden del lugar.
En el caso de un salón cuadrado, puedes añadir un bonito banco de color con almacenamiento incorporado. Ponlo contra una pared o cerca de una ventana para que otras personas puedan sentarse cuando tengas alguna reunión en casa. Si quieres darle más profundidad, decora con cojines de texturas y colores variados.
Los espejos son ese tipo de piezas decorativas que funcionan bien en prácticamente cualquier sitio. Colocarlos estratégicamente ayudará a reflejar la luz y creará una ilusión de amplitud.
Elige un espejo que sea acorde con el diseño del lugar y que se integre a la paleta cromática. La magia está en la forma y en el marco que escojas. ¿Qué tal un espejo ovalado con marco de ratán? ¿O un espejo maximalista con bordes dorados? Todo depende del estilo de tu interiorismo.
Deja algunos rinconcitos del salón para que tus plantas grandes vivan sin sobresaltos. Cuídalas de zonas de paso donde puedan verse estropeadas por la circulación de las personas. Finalmente, determina un lugar donde les llegue suficiente luz solar. Esto te permitirá no ir cambiando cada tanto la disposición de las plantas, sobre todo si son especies muy sensibles a los desplazamientos.