Más allá de unos bonitos muebles, de un sofá comodísimo y de una decoración estilosa, lo que hace un espacio acogedor es la vida que haces en él. Sin embargo, ciertos elementos pueden ayudar, y mucho, a multiplicar esa sensación de confort.
El color de las paredes puede marcar la diferencia entre un espacio frío y aséptico, frente a otro muy acogedor. La mejor opción es usar una paleta de tonos cálidos y terrosos. De esos que te recuerden a la naturaleza que tienes en el exterior, ya que ello te transmitirá mucho confort y una sensación mucho más acogedora. Apuesta por tonalidades beige, ocres, tierra… y si buscas algo más llamativo apunta al terracota.
Solo con estos dos elementos puedes conseguir que tu salón sea de lo más acogedor, además de que te ayudarán a preservarse del frío en los meses de invierno. Unas bonitas cortinas, además de vestir tus ventanas y darte la privacidad que necesitas, ayudan a dar un toque de calidez a tu salón.
Lo mismo ocurre con las alfombras. Son un elemento que decora por sí mismo, aporta calor, delimita espacios y dan ese toque de calidez innato, que convierte cualquier espacio frío en un rincón muy cálido.
La iluminación más importante que debes potenciar es, sin duda, la luz natural. No entorpezcas su entrada y deja que entre a tu hogar. Sin embargo, al caer la noche, una buena iluminación marcará la diferencia. Es mucho más importante de lo que aparenta. Ya que con ella, un mismo espacio puede verse muy diferente, según la luz usada.
Lo ideal es apostar por una luz cálida. Aquella que te recuerda más a la luz del sol. Y para conseguir espacios acogedores, nada como la luz indirecta. Esa que ilumina, pero sin focalizar.
Son esos materiales surgidos de la naturaleza que te la acercan casi sin darte cuenta, construyendo con ellos espacios muy acogedores. La madera nunca debe faltar. Puedes incorporarla a través de los muebles o con unos bonitos paneles de listones de madera, tan en boga esta temporada, que le aportará a tu salón ese toque que estás buscando.
Igual pasa con las fibras naturales. No olvides añadir algunas cestas donde guardar los cojines y las mantas del sofá, poner algún colgante de fibras naturales, o que éstas aparezcan en el respaldo o asiento de alguna butaca de la zona de descanso.
Una de las cosas más importantes para hacer que tu salón sea acogedor es aportando un poquito de ti al espacio. Por ello, es fundamental añadirá algún toque que delate tu personalidad. Alguna cosa personal que implícitamente muestre que allí vives tú, cuáles son tus gustos y tus aficiones.
El olfato es uno de nuestros sentidos más desarrollados. Lo que percibimos a través de él puede traernos recuerdos agradables o desagradables. De ahí de la importancia de contar con un buen aroma en tu salón.
No hay un espacio más acogedor que aquel en el que estás a gusto, no solo por su comodidad, sino también porque su olor te transmite calma, te transporta a lugares agradables de tu infancia o simplemente te trae recuerdos bonitos. La mejor forma de conseguir que tu salón huela de fábula es a través de ambientadores, de bonitas velas perfumadas que además decoran cualquier rincón, o de bonitas flores frescas. Además, no olvides ventilar la estancia cada día, para que entre el aire fresco de fuera y echar del espacio todos esos malos olores que pueden afear tu salón.