Si estás pensando en conseguir un salón nórdico en tu casa, te damos 10 ideas relativamente sencillas para que puedas lograrlo. Toma nota.
Al estilo nórdico le gustan las cosas sencillas. Por eso, los muebles que incorpores a tu salón deben ser sencillos, nada ornamentados, ni con florituras. Muebles a poder ser de madera, que tengan líneas simples y relajadas.
Piensa en un mueble para el televisor bajo y sencillo. En una mesa de centro que no tenga mucha presencia y en algunas mesas auxiliares que pasan prácticamente inadvertidas.
El sofá, que sea cómodo, pero de un color suave. Ya sea un beige o un gris. Añade alguna alfombra para aportar calidez, pero de un tono no muy estridente y con estampado sutil.
Las lámparas que no destaquen demasiado, pero que sí resultan muy funcionales.
El color ideal del estilo nórdico es el blanco. Piensa que en los países escandinavos hay casi una total ausencia de luz natural en cientos días del año, por lo que la poca luz que entra por las ventanas se ha de aprovechar. Y el blanco es el color que mejor la refleja. Si no quieres blanco, usa colores claros. Colores neutros como el beige o el gris.
El estilo nórdico busca ante todo la funcionalidad. Todo debe cumplir su función y, si no la desempeñas, es mejor que te deshagas de ello. Así que apuesta por muebles y elementos funcionales. A poder ser que tenga más de una utilidad. Como un sofá que se convierta en cama o una mesa de centro con arcón, para un plus de almacenaje.
En la misma línea de conseguir una mayor funcionalidad de las cosas, también se busca que el espacio fluya. Que no tenga demasiados elementos de por medio. Vamos, que prescindas de todo aquello que no haces servir, para quedarte solo con lo necesario.
Al estilo nórdico le gustan los espacios despejados y ordenados, que visualmente parezcan más amplios de lo que son, gracias a esa ausencia de elementos.
Es uno de los imprescindibles para tener un salón nórdico. La madera nunca debe faltar, por aquello de tener siempre cerca la naturaleza. Ello es debido a que en países como Noruega, Suecia o Dinamarca, las bajas temperaturas del invierno hacen que la gente salga poco de casa, así que pierden ese contacto que tanto les gusta con lo natural. Para sustituirlo, apuestan por traerla al interior del hogar con muebles o decoraciones de madera.
Para darle un toque muy moderno a tu salón, piensa en incorporar unos paneles de listones de madera en alguna de las paredes. Decoran y ayudan a delimitar ciertas zonas del salón. Además que son tendencia.
Es otra de las características del estilo nórdico. Así que en tu salón opta por muebles con patas, principalmente de madera. De esta forma, al estar los muebles elevados del suelo, éste se ve más y visualmente se amplía el espacio.
Por el mismo motivo que has de incorporar madera, has de añadir también elementos de fibras naturales. Es otra aproximación a la naturaleza que tanto necesita este estilo.
Puedes conseguirlo con unas bonitas cestas donde guardas las mantas y cojines del sofá o con unos encantadores colgantes hechos con fibras naturales.
Y qué mejor que muchas plantas para traer esa naturaleza que tanto se anhela al interior. No olvides añadir plantas en todos esos rincones del salón en los que no sabes qué poner, junto a la ventana o sobre una pequeña estantería.
Al tratarse de un estilo en el que priman los tonos claros, puede resultar un tanto frío. Así que la mejor forma de aportar algo de calidez es a través de los textiles. Con unas bonitas cortinas, alguna alfombra o muchos cojines para el sofá que lo hagan comodísimo.
No olvides, alguna manta o plaid. Imprescindible para las tardes frías de invierno frente al televisor viendo algún maratón de tus series preferidas.
Ya que aquí no tenemos el problema de la falta de la luz del sol, como en los países nórdicos, hay que aprovecharla al máximo. Así que deja que entre en tu salón. No coloques elementos frente a la ventana que puedan impedir su entrada o cortinas demasiado gruesas que no permitan que el sol luzca en el interior de tu salón.