Ahora bien, decorar este tipo de estancias tan versátiles como amplias, puede significar un reto estético. Idealmente, buscaremos potenciar la armonía visual y la calidez a pesar del diseño contemporáneo tan propio de esta tendencia.
Considera usar separadores para potenciar el interés visual y las capas de profundidad en el diseño de salón. No hay necesidad de hacer obras; puedes hacerlo con la técnica de la zonificación, es decir, dividir la estancia en zonas.
Una de las formas más efectivas es hacerlo mediante alfombras. Además, cuentan con el valor añadido de que aportan calidez y textura. Por ejemplo, puedes escoger una alfombra redonda para el comedor y situar una cuadrada bajo un rincón de lectura. Sin necesidad de barreras físicas, tendrás un espacio definido y ordenado.
Por otro lado, si prefieres divisiones más estructuradas, los biombos son una solución antigua, pero que sigue vigente y en múltiples diseños. Aportan privacidad a la cocina sin bloquear la luz ni quitar la sensación de amplitud que buscamos.
Una tercera opción son los paneles de cristal. Son separadores que durarán muchísimo más en el tiempo, pero que darán una ligereza visual y un toque de delicadeza muy elegantes. Gracias a su transparencia, permiten que el espacio siga disfrutando de la luz natural. Por último, los listones de madera son geniales para añadir textura, calidez y dimensión, además de que suelen ser aislantes de sonidos externos.
Nuestro segundo consejo es que potencies el equilibrio decorativo entre el salón, el comedor y la cocina. Intenta buscar un estilo común que funcione en armonía y que realmente te convenza. Aunque cada zona tendrá su propia identidad, no romperás la estética general. Finalmente, lo que consigue que un espacio se perciba elegante y ordenado a la vez, es que responda a un eje estético común.
Si en la cocina has optado por un estilo moderno y minimalista, trata de mantener esa línea en el salón. Evita sobrecargar con muebles o detalles excesivamente complejos. Si prefieres un toque rústico en la cocina, incorpora elementos naturales como maderas o fibras en el mobiliario del salón. La clave es que los materiales, las texturas y las formas dialoguen entre sí.
En tercer lugar, te recomendamos que cuides la paleta de colores que elijas para decorar la estancia. Si te decantas por un esquema monocromático, conseguirás un salón con cocina muy elegante. Esto significa que puedes optar por un color y varios tonos que deriven de él. De esta manera, crearás una sensación de amplitud y orden muy agradable.
Intenta que los colores utilizados en la cocina, como los de los muebles o encimeras, se reflejen de alguna manera en el salón. Si los muebles de la cocina están pintados en beige, incorpora textiles como cortinas, sofás y cojines en salón que sean del mismo tono. Complementa con alfombras o cuadros en colores más oscuros, pero que pertenezcan a la misma paleta de tonalidades.
Como bien sabrás, la iluminación es uno de los factores más determinantes en la percepción de un espacio. En un salón con cocina abierta, es fundamental escoger una iluminación cálida que proporcione bienestar visual. Las lámparas de pie y los apliques generan un ambiente íntimo muy bonito y mágico.
Asegúrate de que la cocina cuente con una iluminación adecuada para preparar alimentos. Una buena idea es instalar luces directas bajo los armarios o sobre las encimeras. Combina distintos tipos de iluminación para crear un ambiente envolvente en la noche.
Finalmente, te animamos a dividir el espacio sutilmente aprovechando las alturas. Es una buena manera de usar el espacio vertical para almacenar o exponer objetos decorativos. En lugar de usar paredes, columnas o escaleras para separar salón y cocina, juega con las diferentes alturas de los muebles.
Un buen ejemplo es utilizar una barra de cocina o una isla como punto de transición entre ambas zonas. Además de ser súper modernas y prácticas, estas soluciones arquitectónicas marcan un límite visual sin interrumpir el flujo del espacio.
También puedes incorporar estanterías abiertas que lleguen a media altura, lo que permitirá dividir de forma práctica mientras mantienes la conexión visual. Si cuentas con techos altos, una iluminación colgante puede ayudarte a crear un punto focal que defina cada área sin necesidad de particiones físicas.
