Como a nadie le gustan las obras, te damos algunas ideas para separar diferentes espacios sin necesidad de liarse a levantar paredes o construir muretes. Ideas que te ayudarán a delimitar espacios y jugar con ellos, en función de tus necesidades en cada momento.
Están en el top one de los elementos a utilizar para separar espacios. Situadas estratégicamente pueden hacer que un espacio se convierta en una gran sala, cuando están abiertas, y en dos espacios más íntimos cuando se cierran. Funcionan como si de un tabique móvil se tratara, separando y uniendo espacios a tu antojo.
La mejor opción es optar por grandes puertas que abran por completo el espacio o lo cierren completamente. Porque si la puerta corredera es muy pequeña dejará de hacer su función y será una puerta más de tu vivienda, dejando de cumplir su función divisoria.
Un panel de cristal también es una muy buena idea para separar ambientes. Por un lado, separa los dos espacios, pero deja pasar la suficiente luz para ampliar los espacios. Son perfectos para separar el recibidor del salón o el baño en suite con tu dormitorio.
Otra opción es hacer un mix entre paneles de cristal y puertas correderas. Dejando una parte del panel fija y la otra móvil, con guías en suelo y techo, para que pueda ser abierto o cerrado, según sea tu necesidad.
No son más que una versión más actualizada de los tradicionales biombos. Unos listones de madera de suelo a techo son perfectos para separar dos habitaciones colindantes. Y, al igual que los paneles de cristal, permitirán dejar pasar la luz entre ellos y aportarán un plus de privacidad.
Colocados estratégicamente en una pared principal también harán las veces de separador, aunque esté clavados a la pared. Las diferentes texturas en un mismo espacio, consiguen crear ambientes totalmente diferentes.
Por la misma razón, es bueno jugar con diferentes pinturas o papeles pintados para delimitar espacios en una misma habitación. Puedes resaltar una pared de un color para señalar el espacio del comedor o decorar con papel pintado el espacio de escritorio que tienes en el salón.
La misma función se realizará si colocas molduras en uno de los ambientes del espacio, delimitándolo. O juegas con diferentes texturas. Una pared de madera, de piedra o de ladrillo visto, por ejemplo.
Otro buen separador de ambientes son las propias estructuras arquitectónicas de tu casa. Si tienes un pilar en mitad de la habitación, aprovéchalo para separar espacios. A uno de sus lados coloca el salón, y al otro el comedor, por ejemplo. O si tienes una escalera, juega con ella para crear diferentes espacios a su alrededor.
Una opción también muy interesante es crear dos ambientes diferentes en un espacio abierto es combinando diferentes suelos. Por ejemplo, una cerámica en la cocina abierta y parquet para el comedor. Sin darte cuenta tendrás dos ambientes diferenciados, sin paredes ni elementos de por medio.
La opción más sencilla puede ser una estantería o librería que haga las veces de separador. Sin embargo, hay otros muebles que, sin querer, también son buenos divisores. ¿Qué me dices de un sofá separando la zona del salón del comedor o de un par de butacas que lo separen de la cocina? Un mueble bajo o una cómoda también puede separar a modo de medio murete, sin necesidad de levantar paredes ni otras obras.
Las alfombras también son buenas aliadas a la hora de delimitar espacios. Una gran alfombra que abarque toda la zona del salón lo diferenciará de la zona del comedor. O servirá para delimitar la zona de juegos en el dormitorio de tus hijos.
Al igual que las cortinas. No hablamos de las cortinas que colocas en ventanas y balcones, sino de cortinas situadas para abrir o cerrar espacios a tu antojo. Solo hace falta correrlas cuando busques privacidad y abrirlas cuando quieras socializar.