Olvídate de levantar muros o construir estructuras de obra. Te damos 10 ideas para que puedas separar espacios de forma sencilla y sin polvo. ¿Te apuntas?
Aunque es una forma sutil de separar espacios, con el uso de diferentes tonalidades de pintura puedes conseguir separar zonas que comparten un mismo espacio. Resaltando una de las zonas con un tono más oscuro o incorporando un papel pintado en una de las zonas.
De esta forma podrás separar por ejemplo, el salón del comedor o el salón del recibidor, sin necesidad de levantar una pared, y manteniendo la amplitud visual que aporta un espacio abierto.
Son perfectas para aquellas zonas polivalentes que en ocasiones necesitas que compartan espacio y en otras necesitas cierta privacidad. Con las puertas correderas podrás abrirlas o cerrarlas a tu antojo, creando un espacio diáfano o dos compartimentos, según sea la ocasión.
Por ejemplo para separar la cocina del comedor, cerrando la puerta para evitar que salgan los olores del cocinado o manteniéndola abierta para charlar con tus comensales mientras tú preparas la cena.
Son otra gran solución porque con ellos consigues separar espacios, pero la luz y el tamaño de la estancia siguen intactos. El cristal permite que ambos espacios sean luminosos y que visualmente el espacio se vea amplio, sin embargo, al tiempo separa ambas zonas, para dar algo de privacidad y separar ambientes.
Por ejemplo, en aquellas casas en las que el recibidor está demasiado conectado con el salón, un muro de cristal puede ser una gran solución para recibir a las visitas antes de adentrarse en casa.
Y quien dice muro de cristal, dice paneles de listones de madera. Estas últimas temporadas están muy en boga porque, además de separar ambientes, con ellos aportamos un plus de calidez a cualquier espacio.
A través de ellos también es fácil que pase la luz y no ocupan mucho espacio. Además se pueden usar de muchas formas. Para separar literalmente dos zonas a modo de separador o incorporándolos en la decoración, resaltando una de las paredes del espacio a separar.
Puede ser otra gran opción para separar espacios. El truco está en usarla como en el caso anterior de los paneles de listones de madera. Es decir, situar la estantería entre dos zonas.
Su ventaja es que, al igual que con el muro de cristal o los listones de madera, a través de ella pasa la luz. Pero además, es ideal para almacenaje y para decorar ambos espacios. Al ser abierta resulta ligera y liviana, sin agobiar los ambientes. Algo que puedes resaltar todavía más si eliges el mismo color que el de las paredes que separa. Pasará mucho más desapercibida y visualmente ocupará mucho menos espacio.
Con un armario que no llegue hasta el techo podrás separar dos zonas sin necesidad de hacer ningún tipo de obras. Y decimos que no llegue hasta el techo para conseguir que cierta parte de luz pase de una zona a la otra, y que el espacio no se vea demasiado saturado.
Es una opción ideal para separar un dormitorio de una zona de vestidor, por ejemplo, o la zona de juegos de tus hijos de su zona de dormir.
Otra buena idea para separar el dormitorio del vestidor puede ser usando el propio cabecero de la cama. Sitúa la cama en el centro de la estancia y aprovecha su parte trasera, en la que se encuentra el cabero, para crear allí un precioso vestidor lleno de armarios. Si eliges un cabecero de dimensiones espléndidas, conseguirás que el vestidor quede totalmente escondido, a pesar de ocupar el mismo espacio.
Según coloques el sofá en el salón podrás hacerlo servir para separar el espacio que comparte con el comedor. Tan solo has de colocar el sofá de tal forma que haga de delimitador. Para potenciar aún más si cabe esta función, puedes incorporar en su parte trasera un mueble bajo.
O, por qué no, también puedes usar un par de butacas que hagan de frontera imaginaria entre el salón y el comedor.
Otra forma de separar ambientes sin tener que construir nada es usando suelos diferentes para cada una de las zonas. Por ejemplo, baldosas en la cocina y parquet en el salón comedor. Aunque compartan el mismo espacio, la diferencia de texturas y de colores diferenciará las dos zonas.
Si buscas una solución mucho más rápida, acuérdate de las alfombras. Ellas solitas son capaces de separar ambientes sin mucho esfuerzo.
Eso ya dependerá un poco de la arquitectura de tu casa. Pero si cuentas con algún arco o pilar en mitad del espacio, puede ser la excusa perfecta para situar las dos zonas de forma diferenciada, una a cada lado de la columna, por ejemplo.