La decoración industrial ha ganado popularidad en los últimos años gracias a su estética cruda, moderna y llamativa. Es un estilo inspirado en los antiguos almacenes y fábricas. Por eso, combina materiales sólidos como el metal, la madera y el ladrillo. Las estructuras expuestas y los muebles robustos crean ambientes contemporáneos, pero muy funcionales. Hoy te cuento algunas ideas para lograr que tu salón extraiga las bondades del estilo industrial en su decoración.
Las paredes de ladrillo son muy características del estilo industrial. La verdad es que quedan perfectas en estancias como el salón o el comedor. Elige una pared de acento con ladrillos expuestos, ya sean originales de la construcción o con material externo. Existen imitaciones en papel vinílico o paneles de ladrillos que son geniales para un acabado industrial.
En lugar de ocultar los elementos estructurales como columnas o vigas, el estilo industrial los celebra. En el techo, dale espacio a las vigas originales de tu casa o añade vigas externas que podrás montar con ayuda de un profesional. Las columnas interiores también son estructuras versátiles que puedes pintar de un tono adhoc a tu decoración.
Otras estructuras que puedes aprovechar son los marcos de los ventanales o los umbrales de las puertas. Si quieres personalizarlas, píntalas de manera que destaquen: tonos vibrantes como el azul cobalto o el rojo, van genial como acentos de color.
Para el mobiliario de tu salón industrial, prefiere muebles de bases de metal oscuro en colores como el negro o el gris oscuro. También es frecuente ver piezas de acero en burdeos, azul oscuro o verde olivo. La madera cruda y en bruto también es habitual en el estilo industrial. Puedes elegir una mesa de centro con estructura de hierro negro y una superficie de madera clara. Complementa con estanterías de metal y sillas en color plata.
En un salón industrial reinan las lámparas colgantes de metal, luces de estilo vintage y apliques de pared con bombillas expuestas. Opta por luminarias con acabados en cobre, latón o negro mate para conservar la coherencia del diseño.
Coloca lámparas de techo sobre la mesa de comedor o la zona de estar para crear un punto focal de alto impacto. Los apliques de pared son ideales para resaltar obras de arte o detalles arquitectónico. Verás que la combinación de estos elementos ayuda a destacar los rasgos industriales del salón.
La paleta cromática de un salón industrial está compuesta por colores básicos como gris, negro, blanco y marrón. Son tonos que proporcionan una base sólida para resaltar la estructura y los materiales crudos típicos del estilo. Utiliza estos colores en paredes, techos y muebles grandes.
Añade acentos de color con cojines, alfombras o arte mural. Estos detalles introducen toques de personalidad y dinamismo. Considera el uso de tonos oscuros en pequeños elementos decorativos o piezas de mobiliario para reforzar el carácter robusto y audaz.
Aunque las paredes de un salón industrial destacan por la exposición de sus estructuras y materiales, las obras de arte también son bienvenidas. Elige pinturas contemporáneas y abstractas que mantengan la narrativa cruda y robusta. Otra buena idea es un reloj de pared antiguo e inmenso como punto focal. Carteles vintage, esculturas de hierro y fotografías en blanco y negro son excelentes opciones para adornar las paredes.
Si vas a hacer una reforma en tu salón, opta por suelos de cemento pulido o madera envejecida. El microcemento ofrece una superficie lisa, contemporánea y de líneas continuas. Refleja la luz y crea una hermosa sensación de amplitud en el espacio. Este tipo de suelo es duradero y aporta un toque urbano muy propio del interiorismo industrial.
Por otro lado, la madera envejecida añade una capa de calidez y textura que contrasta con los elementos metálicos y las superficies duras. Prefiere tonos amaderados oscuros o desgastados para fortalecer la autenticidad del salón.
Finalmente, ten en cuenta que el estilo industrial favorece los espacios abiertos y diáfanos. Sin duda, un resabio de los antiguos talleres y fábricas en los que se inspira. Mantén el salón libre de obstáculos y evita la sobrecarga de muebles. Si tienes la posibilidad, derriba las paredes y crea un salón comedor abierto con cocina integrada.