Es simple. Es sencillo. Es luminoso. Y quizás en esa sencillez, simplicidad y optimización la luz es donde radica su belleza. Un salón con un ambiente tranquilo y relajado, ideal para desconectar tras una larga jornada de trabajo.
Se ha usado una paleta de colores muy neutra, con un espacioso sofá esquinero en beige, a juego con un par de puffs, que aportan más asientos al espacio. El resto, son muebles de líneas muy simples que combinan el blanco y la madera natural, para continuar con la estética minimalista del salón.
¿Y qué me dices de esta propuesta diseñada por Mauricio Troncoso? Es un salón de estilo nórdico con influencias de estilo rústico, patente en la elección de los colores neutros y por el uso abundante de la madera. En el mueble del televisor, en la mesa de centro, en una mesa auxiliar y en el marco de los cuadros. Unos colores cremas y tierras que se ven salpicados por acentos de verde en algunos de los cojines del sofá y en una sorprendente y llamativa pared, decorada con un papel pintado con motivo geométrico en verde y dorado, que se lleva todas las miradas.
Tener un salón pequeño no significa que éste deba dejar de ser coqueto y acogedor. El truco está en usar una paleta de colores y unas texturas suaves que realzan el espacio. Como en esta propuesta de Livitum. La simplicidad de los elementos elegidos, como un sofá de tres plazas de chenilla en beige, a juego con una par de butacas del mismo estilo, se une a un par de baldas de madera, un pequeño mueble para la televisión, también de madera, y una escultural mesa de centro, para conformar un espacio muy agradable y confortable.
¿Quieres darle un poco de color al salón? Ficha este diseño de Patricia Ruiz. Aquí el protagonista indiscutible es un elegante sofá tapizado en un tono verde suave que aporta calidez a un espacio en el que predominan los tonos beige y la madera.
El espacio del salón, delimitado por una alfombra en tono claro, cuenta con una pequeña mesa de centro y con una original lámpara de pie de arco con pantalla de chapa de fresno, que ilumina toda la zona.
Esta otra propuesta destaca por la funcionalidad y el minimalismo para conseguir un espacio elegante y cálido a partes iguales. El color claro del sofá, que ayuda a reflejar la amplia luz que entra por las ventanas, contrasta con una pared decorada con listones de madera que le aportan mucha calidez.
Un par de mesas circulares de diferentes medidas, como mesa de centro, y un original mueble con bordes redondeados para el televisor, acaban de conformar este espacio moderno tan elegante y luminoso.
Aunque de pocas dimensiones este otro proyecto de Livitum enamora a cualquiera por lo alegre de su propuesta. El uso de un color verde suave en una de las paredes sirve de punto de partida para añadir toques de color a lo largo del salón. En el estampado de una divertida alfombra o en los cojines del sofá. La calidez y esa sensación de confort se consiguen por el uso de la madera en un bonito espejo, en un simple mueble y en la decoración de una de las paredes con listones de madera.
Como alegre resulta este otro diseño en el que predomina el color blanco. Eso sí, salpicado de tonos de amarillo vibrante y de tonos tierra. Ese uso del color añade profundidad al diseño sin abrumar los sentidos, gracias también en parte por la elección de unos muebles de líneas simples y sencillas, y al uso de pocos elementos decorativos. Solo lo esencial, solo lo imprescindible.
El estilo nórdico se ha apoderado de este otro salón. Aquí los colores claros y la madera, el uso de muebles de líneas sencillas y funcionales, la gran luminosidad que entra por las ventanas y el estilo indiscutible del diseño lo hacen un firme candidato a ser un salón nórdico de manual. Todos y cada uno de los aspectos que definen este estilo están incluidos en este diseño.
En esta propuesta de Yannick Serra la autenticidad y la calidez se fusionan para crear un salón verdaderamente acogedor, donde los tonos terrosos, que evocan los colores de la naturaleza en todas las estaciones, son los protagonistas indiscutibles.
La alfombra y los puffs de fibras naturales enamoran. La simplicidad de la línea del sofá y de las mesas de centro cautiva. Y la explosión de color de los cojines del sofá le aporta mucha alegría al espacio. Un lugar en el que tampoco falta una preciosa planta, que cohesiona ese amor por la naturaleza imperante en este salón.
Pero si busca personalidad, eso es lo que desprende a raudales esta propuesta de Samanta Fernández. Un sofá de terciopelo vintage en un elegante tono azul pavo real se lleva indiscutiblemente todas las miradas. Y más al añadirle diferentes cojines de diferentes colores, que lo hacen destacar aún más, si cabe.
El resto de la decoración es mucho más simple. El salón ya no necesita nada más. Solo un par de butacas de tono claro, unas pequeñas mesas de centro, una estantería y un macetero en metal negro, y un par de preciosos lienzos en la pared, en los que también predomina el azul. El otro elemento divertido y ciertamente estrafalario es una original lámpara de pie con dos focos de colores. No nos negarás que a original y diferente no le gana ningún otro salón.