En la decoración de interiores, los cambios y las novedades son pan de cada día. Una de las tendencias más recientes es la “teoría del rojo inesperado”. Este fenómeno, popularizado en Internet por la diseñadora Taylor Migliazzo Simon, propone agregar toques de rojo en espacios donde normalmente no se esperarían. Como resultado, lograremos un efecto sorprendente y revitalizador. Un cambio tan sencillo, pero que puede transformar cualquier ambiente del hogar. Aprende a aplicar esta tendencia tanto en el salón como en el comedor de tu casa.
Incorporar acentos rojos en textiles es la forma más sencilla y versátil de aplicar la teoría del rojo inesperado. Un elegante cojín rojo impacta visualmente, independientemente de su tamaño. Sobre todo si se coloca encima de un sofá de color neutro como beige o gris. Este pequeño detalle rompe la monotonía cromática y añade un contraste que enriquece la decoración.
No todo se trata de cojines. Otra forma de añadir un acento en rojo es a través de los muebles tapizados. Un sillón en color rojo o un puf del mismo color, aporta un toque enérgico y vibrante al lugar. No tengas miedo de mezclar y combinar. El tapiz puede complementar a otras texturas del salón como la madera, el metal o la cerámica.
Además de cojines o muebles tapizados, considera añadir mantas, alfombras o cortinas con detalles en rojo. Por ejemplo, una manta roja aporta calidez y es funcional para tardes de películas o breves siestas en el salón. No hay nada más cozy que encontrar una cobija cerquita de ti en un momento de descanso.
Si quieres una decoración más audaz, prueba con una ventana de acento en color rojo. Los marcos de las ventanas son detalles que pueden ser explotados creativamente. Si en tu comedor predominan los tonos neutros y naturales, las ventanas con marcos rojos destacan sin invadir la paleta general. Este toque de color que realza la luz natural y complementa los otros elementos decorativos como plantas o espejos. Conseguirás un salón moderno y encantador.
Por otra parte, puedes pintar una pared de acento en color rojo. Esta opción te la recomendamos solo si tienes suficiente espacio y luminosidad en el salón. Recuerda que este tipo de colores no se aconsejan para zonas estrechas, pues no permiten que se refleje la luz natural. Si no es tu caso, con un acento en rojo conseguirás un contraste elegante y muy original. La pared en color rojo enmarcará el lugar y le dará personalidad propia.
Algunos detalles en la decoración de tu salón, pueden marcar la diferencia. Aprovecha tu imaginación y revisa en qué sitio podrías añadir un accesorio en rojo. ¿Qué tal un jarrón de vidrio de este color? ¿Tal vez una pequeña escultura en un burdeo muy elegante? ¿O un par de candelabros en rojo metálico?
Los cuadros son otra opción sencilla y fácil de incorporar. Las paredes decoradas con composiciones de cuadros demuestran buen gusto artístico y autenticidad. Cada hogar tiene sus propias obras. De alguna forma, son un manifiesto del estilo personal de quienes habitan el lugar. Elige uno o dos cuadros con detalles en color rojo para darle interés visual a la pared del salón. Eso sí, no peques de abundancia. Recuerda que la teoría del rojo inesperado plantea que el objeto o accesorio debe ser singular. Su aparición debe ser particular e intensa.
Por último, las flores son una hermosa manera de añadir tonalidades rojas en tu comedor. Además, este color es ideal para abrir el apetito e inducir a la conversación. Un ramo de flores rojas o una solitaria rosa, ya será agradable visualmente y encantará a tus invitados. Es un pequeño detalle que anima y alegra el espacio.