eguro que tienes en mente esas láminas, pinturas o ilustraciones que te mueres por poner en tu casa. Algunas personas también combinan este tipo de piezas con fotografías o incluso con algún póster. Esos sí, antes de empezar a colgar cuadros a diestra y siniestra, vamos a revisar cómo combinarlos para conseguir una decoración elegante. Aprende a realizar composiciones de cuadros como un verdadero diseñador de interiores.
Antes de comenzar a colgar cuadros, es conveniente que planifiques la disposición de los mismos. Puedes utilizar papel o cartulina para simular la colocación de cada pieza en la pared.
Esta técnica es útil para visualizar cómo se verán los cuadros en conjunto y te permitirá jugar con los espacios entre ellos. De hecho, es un paso básico antes de empezar a hacer agujeros en las paredes (te ahorrarás más de un arrepentimiento).
Decide una temática que unifique la colección de cuadros. Esto no significa que todos los elementos deben ser idénticos, pero sí compartir una conexión estética. Por ejemplo, una paleta de colores o una temática mínimamente definida.
Considera también el estilo de los marcos. La elección de marcos parecidos, ya sea en color, material o diseño, puede fortalecer la cohesión visual de la composición.
Al contrario de lo que muchas personas piensan, no todos los marcos tienen que ser iguales. Todo dependerá del estilo que quieras manifestar en la estancia que estés decorando.
Si la habitación es más bien minimalista, te recomendamos mantener una uniformidad en los marcos escogidos. Sin embargo, si has optado por una decoración rústica, rococó o moderna, puedes variar en materiales y diseños. Lo importante es que sea coherente con el espacio que esos cuadros van a decorar.
Una regla de oro en la composición de cuadros es respetar la distancia entre ellos. La separación ideal suele ser de al menos 5 cm para evitar que los cuadros se superpongan visualmente. Si decides usar marcos de igual grosor, considera duplicar esta medida entre cada pieza para mantener una proporción armoniosa.
Existen diversos tipos de composiciones para decorar una pared con cuadros. Por un lado, puedes optar por una disposición simétrica para un look clásico y ordenado. En este caso, todos los marcos serán de la misma forma y se distribuirán de manera equitativa.
Por otra parte, puedes elegir una disposición más dinámica. Podrás elegir cuadros de diferentes tamaños y orientaciones. Ten en cuenta que este es un tipo de composición ideal para personalidades más audaces y espacios que buscan romper la monotonía.
Se dice que la altura ideal para colgar cuadros es al nivel de los ojos. Esto, generalmente, coincide con unos 145-150 cm desde el suelo al centro del cuadro. Así puedes garantizar que la obra será admirada cómodamente si estás de pie o sentado.
Adicionalmente, es importante revisar la proporción del cuadro respecto al mueble sobre el que se sitúa. Según la regla de los dos tercios, si vas a colocar un cuadro o varios sobre un mueble, como un sofá o un cabecero, la longitud de la obra o conjunto de obras debería corresponder al menos a dos tercios de la longitud del mueble.
Una buena fórmula es dividir el largo del mueble entre tres y multiplicar el resultado por dos. Esta técnica te ayudará a lograr una armonía visual perfecta.
Idealmente, los cuadros deben dialogar con la decoración existente. Por ejemplo, en un comedor, asegúrate de que la composición en la pared complemente y no compita con muebles más importantes como la mesa principal. La coherencia entre tus cuadros y el mobiliario esencial fomentará un ambiente equilibrado.
Nuestro último consejo es sencillo: no temas experimentar. La gracia de jugar con el arte es, precisamente, divertirte decorando tu hogar. Aprovecha nuestro primer tip y coloca papeles o cartulinas para ir probando diferentes composiciones. También puedes situar los cuadros en el suelo para ver cómo quedan en conjunto. ¡Anímate y verás que crearás una composición a tu medida!