Las paletas de colores son poderosas herramientas de decoración que pueden llegar a transformar un espacio. Cada color nos genera una sensación diferente, no es casual que exista la psicología del color. Por ejemplo, los tonos azules y verdes son fríos, pero generan calma y paz. En cambio, el rojo y sus variantes, son estimuladores y nos activan mentalmente.
Hoy queremos compartir contigo algunas inspiraciones que llevarán color y vida a tu hogar. ¿Con cuál de estas combinaciones te quedas?
Esta propuesta de salón se ha basado en tonos neutros como el beige y el gris. Colores que predominan en el sofá y en el suelo de madera. Los tonos mostaza, azul y blanco se distribuyen de manera equilibrada. Juntos crean un contraste visual interesante, pero que no rompe la armonía ni satura el espacio
También destaca la fuerte presencia del puf mostaza que se sitúa como una esquina de color. En diagonal, los dos cuadros abstractos en amarillo, aportan un toque de brillo y modernidad.
Este salón con comedor integrado resalta por ser un espacio abierto y luminoso. La combinación de colores claros intensifica y refleja la luz natural. Los espejos también colaboran para el mismo objetivo. En la zona de descanso, se ha escogido un sofá de color blanco crudo que actúa como base neutra. Sobre él, los cojines activan la tecla de la elegancia gracias a sus texturas aterciopeladas. Es un diseño ideal si buscas luminosidad y algunos toques de color muy específicos.
En esta tercera propuesta encontramos un salón comedor con cocina abierta. Es el vivo retrato de la naturaleza marcando presencia en casa. Está presente en todos los elementos: en la mesa y la estantería de madera, en el verde del sofá texturizado y en las plantas que decoran todo el lugar.
Los textiles son protagonistas del espacio. Tanto el sofá grande como el puf y el sillón-butaca, destacan por sus especiales texturas. A primera vista son imponentes e intrigantes. En el comedor, las sillas tapizadas también se unen a este relato que invita a una experiencia táctil.
De solo mirar este bonito diseño nos transportamos a un lugar calmo, soleado y lleno de encanto. El color rosa es el gran responsable. Este tono presente en el sofá, marca un antes y un después a nivel visual. Los cojines, con patrones de diseño en azul y rosa, siguen la tónica y aportan dinamismo. Por otra parte, el sillón de ratán en color beige y la alfombra en fibras naturales, dejan una estela rústica muy apropiada.
En este salón destaca la alfombra de diseños geométricos en azul claro. La cocina abierta que acompaña también tiene acentos en el mismo color. El cómodo sofá gris es la excusa perfecta para adornar con cojines de color mostaza. La lámpara en color dorado nos regala un leve toque de sofisticación gracias al metal y a su forma tan peculiar. Para terminar, fíjate en la mesita de centro decorada con un original jarrón de formas orgánicas.
Este dormitorio se ha decorado pensando en el ambiente tranquilo e hipnotizante del mar. El imaginario marítimo se manifiesta a través de los colores turquesa y celeste. Predominan otros tonos suaves y algunos elementos decorativos sencillos que propician un buen descanso. Los cuadros en rosa palo y azul turquesa nos recuerdan a un paisaje de playa. Para terminar, los muebles en madera clara y las texturas naturales añaden calidez y una sensación acogedora al espacio.
Finalmente, esta última inspiración destaca la importancia del dinamismo y la creatividad. Sin comprometer el equilibrio, se han combinado colores y texturas muy diversos. Los sutiles acentos en negro aportan un toque de modernidad. Por su parte, la alfombra y el puf blanco, con sus texturas naturales, brindan una sensación rústica y acogedora.