A todo hay que sacarle el lado bueno. Así que apunta estas bondades de tener el salón cuadrado y conviértelo en el mejor rincón de tu hogar. Aquel en el que pasar largas veladas en familia, tener muchas conversaciones con amigos o momentos tiernos y entrañables con tu pareja.
En cualquier salón pequeño, ya sea cuadrado o rectangular, lo primordial es no llenarlo demasiado. El menos es más es fundamental para que el espacio se vea fluido y no muy atiborrado de cosas. Si lo llenas demasiado, lo único que conseguirás es empequeñecer visualmente los pocos metros cuadrados de los que dispones. No abuses con la decoración, ni añadas elementos superfluos que no te aportan nada.
A no ser que seáis muchos miembros en la familia, realmente un salón solo necesita de tres piezas. Suficientes para hacer un espacio funcional que invite al descanso. Tres cosas imprescindibles, como son un sofá de tamaño generoso, una mesa de centro a la que se pueda llegar desde todos los asientos del sofá y un mueble en el que guardar todos los enseres. Así que, simplifica.
La mejor forma de aprovechar el espacio de un salón cuadrado es añadiendo un sofá que sea rinconero o con chaise longue. De esta manera, aprovecharás 100% el espacio con muchos asientos. Será, sin duda, la pieza principal de tu salón, creando con ella la zona de salón perfecta. Un círculo mágico que englobe una bonita mesa de centro y, si necesitas más asientos, alguna butaca o puff en el otro extremo.
Al tratarse de un espacio cuadrado, tienes margen para colocar el sofá en mitad de la sala y dejar un pasillo tras de él, en el que añadir algún otro mueble u otro objeto decorativo. De esta forma, conseguirás que el espacio parezca más amplio. Eso sí, asegúrate que la zona de descanso sea cómoda y fluida, dejando al menos unos 40 centímetros entre el sofá y la mesa de centro o entre ésta y el mueble del televisor.
Son los mejores aliados para no sobrecargar en exceso un espacio pequeño y cuadrado. Busca muebles funcionales de líneas rectas que aligeren la sensación de pesadez visual. Y, para darle algo de carácter al espacio, juega con otros complementos, como los textiles.
Y en esa búsqueda de la sencillez, una buena opción es prescindir de muebles que lleguen hasta el suelo, en favor de muebles con patas o muebles colgados. Esa sensación de poder ver más zonas de suelo, hace que el salón parezca más grande.
Si con todo ello, quieres aligerar todavía más el espacio, es buena idea que cambies los muebles por estanterías o baldas.
Aquí tienes varias opciones que pueden ayudar a decorar ese pequeño salón cuadrado. Una de ellas es optar por una mesa de centro circular o un par de ellas de nido, ya que la forma orgánica ayuda a dar movimiento a un espacio demasiado geométrico.
Si no cuentas con mucho espacio, otra opción es olvidarte de la mesa de centro y pensar en mesas auxiliares que puedas mover con facilidad y convertirlas en mesas de centro siempre que las necesites. Cuando no sea así, quedarán guardadas en su rincón, junto al sofá.
Si con todo ello, todavía no tienes claro cómo decorar tu pequeño salón cuadrado, no le des más vueltas y ponte en las manos de Livitum. Por un precio muy asequible, cualquiera de sus diseñadores creará la mejor distribución para tu salón, elegirá los muebles que mejor se adapten al espacio, y lo mejor, lo harán siguiendo tus gustos y tus necesidades. Es fácil, sencillo y no arruinará tu bolsillo.