Hay cosas en decoración que nos han acompañado durante muchos años, que eran un must de la temporada, y que ahora empiezan a estar demodé. Vamos, que has de eliminar sí o sí de tu casa si quieres estar a la última en cuestión de diseño de interiores. Por ejemplo, esas cinco cosas. Deshazte de ellas en cuanto puedas.
Por suerte, la sostenibilidad está llegando a nuestras vidas con mucha fuerza. Cuidar el planeta es una prioridad. Así que los materiales como el plástico o los tejidos sintéticos, que son difíciles de reciclar y eliminar, no caben en esta nueva concepción de vida en la que el medio ambiente es prioritario.
Aquellas sillas de diseño que coparon las casas de los años 50 y 60, y que aún perduran en algunos hogares como objeto vintage, deben desaparecer. Igual que los tejidos sintéticos. Ahora hay que abogar por los tejidos naturales, como el algodón, el lino o la lana.
Nos quejamos del fast fashion, pero el mundo decorativo también ha tenido su aquel. Las tendencias cambian tan rápidamente que queremos estar siempre a la última, cambiando constantemente los muebles para tener un hogar chic y moderno. Pero eso ya no se lleva, ya no es tendencia. Ahora debes apostar por muebles duraderos, que puedan evolucionar contigo y con tus gustos a lo largo de la vida. Para seguir las tendencias, es mejor apostar por aplicarlas en objetos que sean más fácilmente reemplazables, como unos cojines, unas alfombras o unas cortinas.
Después de una larga época invadida por el gotelé, que ayudaba a disimular como pocas cosas las imperfecciones de las paredes, llegó otra larga temporada en el que las paredes debían ser completamente lisas, sin adornos, casi desnudas. Eso también ha cambiado.
Actualmente, se imponen las paredes con texturas. Una textura que puedes conseguir con la pintura, con papel pintado o con elementos adicionales como unos paneles de listones de madera, por ejemplo. También puedes incorporar molduras o aplicar micro-cemento para darles rugosidad. Lo que sea para dar personalidad a las paredes de tu hogar.
Los tonos grises han llenado nuestros hogares durante décadas. Es un color neutro que casa con todo, por lo que era genial para incorporarlo como base a cualquier decoración. Sin embargo, esa frialdad está dejando paso a tonos, igualmente neutros, pero que aportan algo más de calidez a la decoración, como los beige, los tonos tierra o los cremas más intensos.
El color poco a poco va haciéndose un hueco en las decoraciones más actuales. Además, con colores llamativos e intensos que aportan alegría y buenas vibras como pocos. La tendencia del colorfun haven empieza a llegar y pronto copará las decoraciones más extremas.
En la cocina imperaba el brillo. Teníamos los muebles de madera en colores brillantes, los electrodomésticos igual, las baldosas también… Pero eso ya no se lleva.
Ahora impera lo mate. Tanto en los muebles, con acabados mates, como en los otros elementos de la cocina. Las baldosas se han dejado de lado a favor de pintura o cemento para decorar las paredes. Mientras que los electrodomésticos se esconden panelados tras los mismos muebles de la cocina. Incluso los fogones pueden ser prácticamente invisibles. Todo, para crear cocinas más uniformes y que, a primera vista, pasan más desapercibidas como tal. Sobre todo, en aquellas que se encuentran en un espacio común con el comedor y el salón.