Cada año Pantone elige el color del año. Un tono que no es para nada aleatorio. Su elección se basa en una serie de circunstancias y valores que tiene en cuenta aspectos de todo tipo. Desde sociales a culturales. Este año se ha decantado por un tono suave, sutil y delicado que transmite calma y bienestar, para paliar las exaltaciones y el ajetreo, tanto a modo personal como a nivel de coyuntura mundial. Ese color es el Peach Fuzz, un tono a medio camino entre el naranja y el rosa, que ayudará a relajarte en tu hogar para que te sientas a gusto y calmado.
Su elección suele ser sinónimo de que ese color estará presente en todo lo relacionado con la moda, la decoración, el diseño, e incluso el packaging y el color de los productos. Así que no te olvides de incorporarlo en tu decoración, si quieres seguir las tendencias.
Lo puedes incorporar añadiéndolo en una de las paredes. Ideal para dormitorios, pero también en salones, que buscan una sensación de calidez y sosiego. La ventaja de este tono, a diferencia de la elección de Pantone de otros años, es que es un color que se combina fácilmente con otros tonos. Así que te será fácil añadirlo en cualquier lugar, a través de objetos decorativos, en cojines, en mantas para el sofá o en el tono predominante de algunos lienzos. Además, estamos seguros que aparecerá en todo tipo de objetos, como jarrones, pequeños electrodomésticos o complementos. Para eso es el color del año.
La pandemia nos marcó tanto que años después seguimos queriendo tener la naturaleza a nuestra vera, incluso dentro de casa. A través de materiales naturales, como la madera, el yute o el mimbre, o a través de tonos que nos la recuerden.
Así que todos los tonos tierra, desde el ocre más claro al marrón más intenso, siguen siendo bienvenidos. Entre todos ellos, destaca el color terracota. Pero no un terracota muy llamativo, sino más bien apagado y mate, más suavizado.
En general, todos los colores de este invierno se suavizan y dejan de ser llamativos. Tonos ligeros que invitan a la calma y al sosiego.
Y en esa búsqueda de colores que nos transmiten ese amor por la naturaleza, el verde es el rey. En todas sus tonalidades. Desde un verde pastel, ideal para las habitaciones infantiles, hasta un verde oscuro que aportará a cualquier estancia y un plus de elegancia y sofisticación.
Es un color que al combinarse con los materiales tendencia, protagonizados por maderas y fibras naturales, les aporta color a tanta neutralidad, consiguiendo ambientes muy acogedores.
Es muy versátil y fácilmente combinable, si eliges su tono adecuado a la decoración. No hace falta que te vuelvas loco y lo pongas todo verde. La gracia está en incorporarlo en pequeñas pinceladas. En objetos determinados que aporten un plus de color o en paredes determinadas.
Otro de los colores que va adquiriendo más fuerza en decoración y que también es parte de la naturaleza es el azul. Un color que realmente, nunca ha dejado de estar presente, pero que va cambiando de tonalidad según las tendencias de la temporada.
Este invierno, predomina ese azul verdoso, color aguamarina, que gusta tanto. Quizás por ser una evolución del propio verde, tan en boga. Lo cierto es que es perfecto para añadir un color algo más llamativo a la paleta de colores decorativas y para añadir elegancia al lugar. Es uno de los tonos más elegantes de los colores usados en decoración. Sobre todo en su tonalidades más oscuras. Desde el azul cobalto, pasando por el índigo y finalizando en el marino.
