Imagínate pasar la primavera en tu terraza, disfrutando de los primeros rayos de sol, leyendo ese libro que vienes posponiendo hace meses y tomar un fresco desayuno al aire libre. Suena idílico, pero es un sueño que puedes hacer realidad. Incluso si tu terraza es pequeña. Todo depende de la disposición del mobiliario, el diseño y la decoración.
En las terrazas pequeñas, cada centímetro cuenta. Por eso, es muy importante que planifiques la disposición del espacio y los muebles que comprarás para el lugar. Existen mesitas de centro con almacenamiento oculto que sirven tanto para poner copas o platos, como para guardar objetos dentro.
Otra buena opción son las mesas extensibles, ya que se adaptan al número de comensales dependiendo de la ocasión. Precisamente, esta es la opción que se ha escogido para esta terraza estrecha. La mesa extensible ayuda a mantener el espacio libre durante la vida diaria. Sin embargo, para una celebración especial, la mesa redonda se abre sin problemas.
Añade plantas de todos los tamaños para darle vida a tu terraza durante esta primavera. Como bien sabes, la vegetación es vital en cualquier espacio al aire libre; en el caso de las terrazas, las plantas son un must. Para este diseño hemos escogido una planta grande que da aire al lugar y que dialoga con la pequeña maceta del centro. El color negro del mobiliario se atenúa gracias a los toques verdes, la alfombra clara y los adornos en fibras naturales.
Por otra parte, puedes incorporar enredaderas o muros hechos de plantas naturales o artificiales. Esto le dará un aspecto muy particular a tu terraza pequeña. Funciona como una pared de acento llena de vegetación, lo que amplía visualmente el espacio y nos da la sensación de estar en medio de un parque botánico.
Fuera de aquella zona, nos encontraremos con el comedor al aire libre. Fíjate que las plantas también ayudan a distinguir ambos sitios de forma sutil, elegante y fresca. Como resultado obtenemos dos espacios visualmente divididos, pero que comparten la misma estancia.
Fuera de aquella zona, nos encontraremos con el comedor al aire libre. Fíjate que las plantas también ayudan a distinguir ambos sitios de forma sutil, elegante y fresca. Como resultado obtenemos dos espacios visualmente divididos, pero que comparten la misma estancia.
La iluminación adecuada saca el máximo partido de la decoración en las terrazas, sobre todo en las noches de primavera. Te recomendamos optar por guirnaldas de luces sobre el techo o a lo largo de las barandillas. Este accesorio ofrece un resplandor suave que nos invita a disfrutar de la serenidad nocturna.
Por otro lado, las luces LED o lámparas solares pueden estar repartidas en mesitas auxiliares, incluso entre las plantas. Regalan una nota de calidez ideal para la hora del atardecer, dando una sensación de intimidad y mucha calma.
Las terrazas cerradas ofrecen un espacio de disfrute continuo, independientemente de los cambios del clima. Son ideales si en tu ciudad la primavera llega cargada de lluvias intensas.
En este caso, la terraza se convierte en una extensión del interior, manteniendo una conexión fluida con el entorno. Al cerrar tu terraza, te empapas de luz natural y de los paisajes que te rodean. Es una atmósfera exquisita para leer en calma, ver una película o compartir una copa en familia.
Incorpora una mesa de comedor que continúe con la narrativa de fibras naturales y toques rústicos. El mimbre o el ratán son perfectos para añadir textura a la decoración general. Ahora bien, si buscas acentuar aún más la sensación de calidez, puedes poner plantas de interior que sean resistentes y objetos decorativos en madera como el cuadro de fondo: una obra ecléctica y que llena de magia el ambiente.
Con estas sugerencias prácticas y decorativas, transformarás tu terraza pequeña en un encantador rincón para disfrutar de la primavera.
