Es algo muy habitual. Rara vez un pasillo cuenta con alguna ventana que aporte luz natural al espacio. Por ello, la mejor solución es apostar por una buena iluminación artificial. A ser posible con unos focos empotrados o unos apliques en la pared que distribuyan toda la luz a lo largo del pasillo. Olvídate de poner un colgante en el centro que iluminará muy bien esa parte, pero puede dejar a oscuras sus extremos.
Sin embargo, más allá de la iluminación, puedes aplicar otros trucos para conseguir que el espacio parezca mucho más luminoso. Como pintar las paredes de tonos claros, que ayudarán a reflejar la poca luz que entre, añadir algún espejo que también hará lo mismo o algo tan sencillo como dejar abiertas la puertas de las habitaciones que dan al pasillo. De esta forma, la luz que entra por las ventanas de esas estancias, también llegará al pasillo.
Los cuadros eléctricos son necesarios, pero realmente son horribles. No hay nadie que quiera dejarlos a la vista, ya que afean cualquier espacio. Soluciones hay muchas. Solo es cuestión de ponerse creativo.
Puedes hacer un pequeño armazón que cubra los tres cuadros eléctricos y añadirle una tapa en la situar un bonito cuadro o lámina. Si no te encaja por las proporciones del armazón, prueba a añadir varias láminas o fotografías separadas por un paspartú, que puedes recortar a la medida del armazón y conseguir el encaje perfecto.
Del mismo modo, puedes colocar un espejo, para echarte un último vistazo antes de salir de casa, o una pizarra, donde la familia puede anotar mensajes, por ejemplo.
Otra opción es poner un armario más grande en el que guardar los abrigos y los zapatos, de manera que los tres cuadros eléctricos se encuentren integrados en su interior. U optar por forrar todo el espacio de la pared en la que se encuentran los cuadros eléctricos con unos paneles de listones de madera. Eso sí, no olvides añadir una puerta que, aunque discreta y escondida, te permita acceder a los cuadros eléctricos.
Al tratarse de un elemento fijo, el color de la escalera de caracol es la que condicionará parte de la decoración. Ello no quiere decir que, si es de madera, tengas que poner todos los muebles del mismo tono. Pero sí que es bueno que incluyas algunos detalles de ese color para cohesionar el diseño.
Lo mismo ocurre si es de metal u de otro color. Intégrala a la decoración añadiendo otros objetos u otros muebles de ese mismo tono, para que no desentone. Pero no es necesario que todo sea del mismo color.
En el caso de la mesa, podría ser una buena opción si la escalera es de madera, escoger una mesa del mismo tono, para crear esa cohesión que comentamos. Aunque no tengas ningún otro elemento de ese tono o material. Otra buena opción es apostar por una mesa de cristal, ya que, al tratarse de un salón pequeño, puede ayudar a ampliar el espacio. En ese caso, el tono de la escalera de caracol deberás incorporarlo por otros medios.
Si es metálica negra, añade por ejemplo, alguna lámpara con ese mismo acabado o un espejo con el marco del mismo color. Si es de otro tono más llamativo, añadiendo esas tonalidades en alguno de los textiles, por ejemplo.
Lo importante es que ese elemento que no puedes cambiar, que es la escalera de caracol, se integre en la decoración que quieres. No que decores en función de la escalera. Puede ser tu punto de inicio, pero no el que decida tu estilo.