No te preocupes, te damos las claves para conseguir las bondades de los espejos, según el Feng Shui. Según esta filosofía, los espejos corresponden al elemento agua y sus cualidades se asocian con la fluidez, la claridad, la inspiración y la comunicación. Son importantes porque aportan profundidad y luminosidad a los espacios, por tanto, activa las energías positivas. Para conseguir esa efectividad positiva, solo has de tener en cuenta algunos factores que condicionan que esa energía no se vuelva en tu contra. Básicamente, por el lugar en el que los colocas.
El Feng Shui dice que es mejor evitar los espejos en los dormitorios. Sobre todo, colocados frente a la cama o encima de ella, ya que al verse reflejado puede estimular la energía, despertar el cerebro y, por tanto, no descansar bien.
Si es necesario tener un espejo, por aquello de echarnos un vistazo al vestirnos, es conveniente colocarlo en el lateral de la cama o escondido tras la puerta de un armario.
Es un imprescindible de todo baño. ¿Quién no tiene un espejo en el baño para acicalarse cada mañana? Ha de estar sí o sí. El problema surge por su ubicación. El Feng Shui dice que es aconsejable no situarlo frente a la puerta, ya que eso hará que la energía se escape a través de ella. Lo mejor, como en el caso de los dormitorios, es colocarlo en la pared lateral a la puerta.
Sin embargo, los baños no suelen ser zonas muy espaciosas o en las que puedes cambiar fácilmente la ubicación de un espejo. Así que te has de conformar con lo que tienes, a no ser que reformes el baño por completo. La solución para no perder esa energía es mantener siempre que puedas la puerta cerrada para que no se escape la energía por ella.
Básicamente puede ocurrir lo mismo que en el baño. Si no quieres que la energía se vaya a través de la puerta, es mejor no colocar el espejo frente a ella. Lo mejor siempre es la pared lateral, en una posición en forma de L con la puerta, para que no queden enfrentados. Así evitarás que la energía que entre por la puerta principal, de la que se dice que es por donde la casa absorbe la energía, rebote en el espejo y salga de nuevo hacia fuera.
Según el Feng Shui y dado su característica de ser un elemento asociado al agua, los espejos son un elemento dinamizador, que ayuda a que la comunicación y la energía fluya por el espacio. Así que son geniales para espacios en los que son habituales las reuniones con amigos o familiares, como los salones.
Las consideraciones que debes tener en cuenta es el tema de la puerta, que no sea demasiado grande para no intimidar o distraer a tus invitados o que no refleje las llamas de la chimenea. El Feng Shui dice que colocar un espejo mirando hacia el fuego puede aumentar la energía negativa, así que lo mejor es situar el espejo justo encima de la chimenea. Además, recuerda que el espejo simboliza agua y su elemento opuesto es el fuego.
Tampoco es buena idea colocar espejos en las escaleras, ya que, según el Feng Shui la energía puede quedarse atrapada en los peldaños y no saber hacia dónde dirigirse. Si a ello, añadimos que las escaleras suelen estar situadas en el recibidor, es muy posible que esos espejos miren hacia la puerta de salida, cosa que sabemos que no debemos hacer.
Además de su ubicación, el Feng Shui también tiene en cuenta otras consideraciones respecto a los espejos. Por ejemplo, es bueno que reflejen cosas bonitas y no desorden, ya que siempre potencian lo que reflejan. También es importante que estén en buen estado y no cuarteados, ya que al reflejar una imagen distorsionada puede crear desorientación en términos energéticos.