Sin embargo, muchas veces se cometen errores que creíamos estaban en línea con esta disciplina y que, por el contrario, son todo lo opuesto. Rompen con el Feng Shui, dando al traste con la energía positiva que se busca.Toma nota de algunos de los errores más comunes que se cometen a la hora de aplicar el Feng Shui en un hogar. Si lo consigues, obtendrás esa paz y armonía que tanto necesitas.
Para el Feng Shui son muy importantes que los cinco elementos, Tierra, Agua, Madera, Fuego y Metal, formen parte de la decoración. Por eso, a esta filosofía aplicada a la decoración le gustan las flores. Pero cuidado, vivas y frescas. Olvídate de las flores secas o marchitas. Es algo que el Feng Shui asocia con la muerte y, por tanto, es mejor distanciarse de ello. En cuanto un ramo de bonitas flores empiecen a marchitarse, deshazte de ellas.
Son un par de cosas que no gustan al Feng Shui. Para esta disciplina el desorden se entiende como un reflejo de tu personalidad, que denota decisiones postergadas e incapacidad de avanzar. Al igual que la acumulación de cosas. Evita tu progreso, al aferrarte a cosas del pasado y, por tanto, a tus energías del pasado, que cierran la entrada de nuevas experiencias.
Lo mejor es deshacerse de todo aquello que no usas para poder traer a tu hogar nuevas energías y, por ende, nuevas experiencias. Renueva tus textiles, cambia de muebles, coloca nuevos cuadros… Todo ello, con orden, para no interferir en tu progreso personal.
No creas que si aplicas el Feng Shui en tu hogar no puedes tener ningún espejo. Lo que pasa es que has de tener muy en cuenta dónde los colocamos, para no interferir en la fluidez de la energía por el espacio.
Por ejemplo, en las entradas y en las escaleras no son bienvenidos, porque se pierde la energía vital. Tampoco son aconsejables en el dormitorio. Sobre todo, si se colocan frente a la cama, ya que nuestro reflejo puede distraernos a la hora de conciliar el sueño.
La correcta posición de la cama en el dormitorio es fundamental para el buen funcionamiento de las energías positivas de la casa. Siempre debes colocarla con una pared detrás y que no esté alineada con la puerta, para evitar ver la entrada de la habitación.
También es bueno evitar que el baño o la ventana se encuentren detrás de la cama, porque tampoco ayuda a las energías positivas que busca el Feng Shui. Y siempre que puedas apuesta por ropa de cama de tonos claros.
Lamentamos decirte que eso de guardar cosas debajo de la cama se te ha acabado si quieres aplicar las reglas de Feng Shui en tu hogar. Ese espacio de almacenamiento, que te ha solucionado la vida en tantas ocasiones, no es prudente en esta disciplina, ya que impide el flujo de energía. Eso puede influenciar en la calidad del sueño y en tu salud. Recuerda que tu dormitorio es tu santuario. Ese lugar al que acudes cada día a descansar para renovar energías para el día siguiente. Si no descansas correctamente, tu día a día se resiente. Así que no está de más respetar las corrientes de energía positiva.
Lo mismo ocurre cuando colocas algún mueble u objeto decorativo en mitad de un paso de cualquier otra habitación de tu casa. El Feng Shui busca fluidez, así que no la entorpezcas.