Las chimeneas eléctricas son una buena opción, pero como todas las cosas, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado, has de saber que no se trata de una chimenea como tal, sino de un calefactor, conectado a la red eléctrica, con la agradable forma de chimenea, lo que aportará al salón un ambiente muy acogedor.
Su instalación y su mantenimiento son relativamente sencillos, tienen una estética muy atractiva y aportan una gran seguridad, ya que no hay peligro de intoxicación por humo. Además, pueden instalarse casi en cualquier lugar, ya que solo necesitan de una toma de corriente. Eso sí, si la quieres poner en un mueble, asegúrate de que encaje perfectamente en su hueco, o mejor, hazle un mueble a medida.
Su mayor desventaja es que no son tan realistas como el fuego crepitante de una chimenea tradicional y su consumo eléctrico es bastante alto. Tenlo en cuenta.
Un salón de 25 m2 es bastante espacioso, por lo que puedes poner todo lo que quieras sin preocuparte mucho por la falta de metros cuadrados. Lo fundamental es contar con un buen sofá y colocar frente a él un mueble con el televisor, para disfrutar de las tardes de serie y manta. Esta zona puedes delimitarla visualmente con una bonita alfombra, que también aporte calidez al espacio.
También puedes incorporar un bonito rincón de lectura junto a la ventana, e incluso, una zona de escritorio. Basta con una pequeña mesa y una silla para convertirlo en un encantador rincón de trabajo.
Apuesta por tonos claros en las paredes para conseguir una mayor luminosidad y, si quieres un plus de calidez, añade toques de madera. En las paredes con listones de madera, con algunas baldas, en los muebles o con la mesa de centro. No olvide añadir alguna planta que te aporte un toque de color.
El recibidor es ese espacio al que primero llegamos al entrar en casa. Es donde queremos despojarnos de abrigos, bolsos y zapatos para empezar a sentirnos cómodos. Así que es bueno contar con espacio de almacenaje donde depositar todos esos enseres. Opciones hay muchas. Eso ya dependerá del espacio con el que cuente cada uno.
Una buena opción, que no ocupa mucho espacio, es un bonito armario bajo que pueda cumplir la función de zapatero. Si el espacio es muy pequeño y necesitas ligereza visual, la mejor idea es una consola con patas en la que depositar las llaves, las carteras y el móvil. O combinar un bonito perchero con un banco con almacenaje, donde puedas guardar lo que no quieras que sea visto.
Si cuentas con más espacio, un armario más alto es ideal para guardar los abrigos y los bolsos, e incluso los zapatos en su parte baja. O también puedes aprovechar toda la pared y hacer allí un armario a medida con puertas y estantes, perchas y un banco, en el que guardar todas tus cosas.
En los paneles acústicos de listones de madera, que tanto gusta a Livitum añadir en sus proyectos, es preferible que no. La razón es que es mucho mejor que el módulo del mueble de TV esté anclado directamente en la pared para que quede más reforzado.
Lo mejor es recortar los paneles acústicos de manera que queden por encima, debajo y los costados del módulo, dejando un rectángulo vacío donde ubicar el televisor.
Combinar las puertas del vestidor con una carpintería blanca te facilita mucho la vida, ya que es un color que se adapta a todo. Tienes tantas opciones como quieras. Desde apostar por un Total White y hacerlo todo blanco, hasta combinar el blanco con las puertas de madera. Otra opción es optar por puertas de cristal, preferiblemente mate, para evitar que se pueda ver el posible desorden del interior del armario o la multitud de tonos diversos de tu ropa. ¿Quieres ser creativo? Forra las puertas del vestidor de papel pintado.