¿Sabías que alguna vez el gotelé fue tendencia? Así es, aunque hoy nos sorprenda, este acabado rugoso se utilizaba como solución para ocultar imperfecciones en las paredes. Hoy en día, ha caído en desuso y es percibido como un elemento anticuado que desentona con los estilismos más modernos. Sin embargo, deshacerse de él mediante reformas puede ser costoso y laborioso. Pero no te preocupes, porque con algunas estrategias decorativas podemos ocultar el gotelé sin grandes obras. Hoy te mostramos cómo jugar con cuadros, espejos, textiles y revestimientos para que el gotelé pase a un segundo plano.
Esta es una hermosa forma de desviar la atención de las paredes rugosas. Crea una composición de cuadros que sea impactante y estéticamente llamativa. Es una solución versátil que, además, te permitirá exponer tus obras o fotografías favoritas. Puedes crear una galería de arte personal con marcos de distintos tamaños y estilos. Cuantos más elementos tenga la composición, menos perceptible será el relieve del gotelé. Si prefieres un aire más minimalista, haz que todos los marcos tengan el mismo color, pero diferentes tamaños. Crearás una continuidad visual perfecta.
Otro consejo es que coloques una sola obra de gran formato. De esta manera, cubrirás buena parte de la pared y el gotelé será un personaje secundario sin importancia.
Un grupo de bonitos espejos es excelente para disimular al gotelé. Estos objetos decorativos aportan profundidad y reflejan la luz de las estancias, por lo que son ideales para ampliar visualmente el lugar.
Crea una composición de espejos para ocultar el gotelé. Puedes agrupar varios de ellos de distintas formas y así conseguir un punto focal con mucho estilo. Otra opción es optar por una serie de espejos de cuerpo entero para dar un efecto más simétrico y ordenado. Dependiendo del estilo de la estancia, escoge un marco u otro. Aquellos metálicos provocarán un diseño más sofisticado y elegante, mientras que los marcos de madera son perfectos para estancias rústicas o nórdicas.
Otra buena idea es usar tapices y textiles decorativos para ocultar fácilmente el gotelé. Probablemente, sea la opción menos común, por lo que es perfecta para estancias originales de estilo boho, brutalista o clásico. Un tapiz de gran tamaño, con texturas o patrones geométricos, cubre amplias superficies y suaviza estéticamente las imperfecciones de la pared.
Por otro lado, los telares artesanales, como los tejidos de macramé o lana, añaden un toque bohemio y natural. Si buscas una solución más estructurada, los paneles de tela tensada son fáciles de instalar y ofrecen un acabado liso y moderno. Similares a ellos, existen biombos decorativos que también pueden ser una buena opción para ocultar el gotelé en estancias más pequeñas o privadas.
El papel vinílico es otra solución práctica para disimular paredes con gotelé. Los modelos texturizados y con relieves ocultan eficazmente la superficie de este tipo. Por otra parte, los diseños con motivos densos, como rayas o geométricos, desvían la atención. Piensa que el papel autoadhesivo no requiere pegamento ni obras complicadas. Es fácil de instalar y resistente, lo que permite disimular el gotelé sin mucha dificultad.
Los revestimientos de madera y paneles decorativos son una opción de lo más elegante. De hecho, los listones de madera verticales suavizan visualmente la textura de las paredes, añaden textura y estilizan el espacio. Son perfectos para estancias estrechas o con poca luz natural.
Finalmente, una estrategia sumamente funcional para esconder el gotelé: una estantería de suelo a techo. Este mueble puede cubrir por completo una pared, así que es ideal para ocultarla. Además de ser práctica, esta solución permite decorar la casa con accesorios como libros, plantas y pequeños cuadros.
Opta por estanterías a medida que aprovechen al máximo el espacio disponible, especialmente en rincones complicados o con techos irregulares. Si eliges acabados en madera natural o lacados en tonos claros, lograrás un ambiente más luminoso y equilibrado.