Al tratarse de un lugar abierto en el que todo está a la vista, su decoración debe ser ordenada, elegante y armoniosa, para que tus ojos no lo rechacen al primer vistazo. Para conseguirlo, te damos algunos consejos sencillos y prácticos que puedes aplicar fácilmente.
No hay nada peor que una estantería o librería abarrotada de diferentes objetos decorativos. Todos esos cachivaches comprados en tus viajes, la multitud de fotos de tu familia o las figuritas heredadas de tu abuela no son buenas para lucir una decoración ideal. Así que el primer paso es deshacerte de gran parte de ellos. No hace falta que los tires. Al fin y al cabo son tus recuerdos, pero escóndelos o guárdalos en otro sitio, que no estén a la vista. Quédate con los objetos más bonitos o los que usas con más frecuencia para tenerlos más a mano.
La mejor forma de eliminar el ruido visual es no utilizar el 100% del espacio disponible en la librería. Los objetos y libros necesitan espacio. Déjalos que respiren. Lo ideal es usar solo el 80% del espacio, y el resto, que quede vacío.
Si en tu estantería hay demasiados elementos diferentes, por tamaño, formas o colores, es posible que provoquen ruido visual. Hay demasiados estímulos para que el cerebro los procese y, por tanto, será más desagradable a la vista. Lo ideal es que sean objetos parecidos entre sí y de tonalidades similares, para que la sensación sea de coherencia y uniformidad. Intenta agruparlos por colores y formas y, de este modo, te transmitirán un mayor confort visual.
Si eres un ratón de biblioteca que tiene tantos libros que no sabe ya ni dónde ponerlos, ten cuidado a la hora de dejarlos en la librería. Generalmente todos son de diferentes tamaños y colores. Así que lo ideal para evitar el ruido visual es que los agrupes por tonalidades y de mayor a menor, a ser posible. Sí, sabemos que así te será más difícil encontrarlos, porque lo ideal es ponerlos por temáticas, pero todo vale en favor de una decoración exquisita.
Una forma de unificar los libros es dándoles la vuelta. De manera que la parte del lomo quede oculta y se vean sus páginas. De esta forma, todos serán del mismo color.
Por muchos libros que tengas, acuérdate de no llenar el espacio ni de saturar la librería. Selecciona los más bonitos y el resto guárdalos en cajas. Y no pongas libros y más libros haciendo una larga hilera. Es bueno que, de vez en cuando, entre ellos intercales algún objeto decorativo que rompa con tanta monotonía.
Es una regla no escrita que dice que para evitar ruido visual es bueno agrupar los objetos de tres en tres. La razón es que el cerebro procesa mejor los conjuntos formados por objetos impares. Así que es bueno agrupar elementos decorativos en grupos de números impares. Como poner cinco o siete cosas juntas puede romper con la otra norma de evitar atiborrar el espacio de la estantería, lo mejor es optar por el número tres, simplemente.
Otra cosa a tener en cuenta es que debes visualizar todo el conjunto. De nada sirve que evites el ruido visual en cada estante, si luego el conjunto resulta demasiado lleno, poco armonioso y saturado.
Si en el estante de arriba has empezado poniendo un conjunto de libros y luego un jarrón, no hagas la misma composición en el siguiente estante, ya que resultaría demasiado saturado.
Una buena opción es usar el método del triángulo, que consiste en colocar los diferentes elementos decorativos de toda la librería o estantería de manera que formen un triángulo imaginario. Es decir, que los objetos formen entre estantes una composición en diagonal, más o menos. No ha de ser una cosa exacta, ni mucho menos medida. Pero de esta forma, el conjunto resultará mucho más armonioso y, por tanto, sin ruido visual.