Te mueres por hacer el cambio de suelo en tu casa, pero de solo pensar en obras se te hace un nudo en el estómago. No te preocupes, te entendemos perfectamente. A todos nos ha pasado. Lo cierto es que no necesitas realizar grandes inversiones o desmontar todo el suelo de tu casa para hacer un cambio radical. Existen soluciones prácticas y económicas para modernizar tu suelo de manera rápida y eficaz. Vamos a explorar tres opciones muy populares que seguro te encantarán.
El suelo vinílico es un extra decorativo que está realizado en PVC. Se caracteriza por su durabilidad y facilidad de instalación, además de ser un material muy resistente al desgaste, rayones, arañazos e incluso las humedades. Ofrece un buen aislamiento térmico y acústico, por lo que es perfecto para cualquier tipo de habitación.
Para instalarlo en tu casa, lo encontrarás en formatos como láminas, losetas autoadhesivas o rollos que se extienden directamente sobre el suelo. Además, existen varios diseños que imitan a la madera, la cerámica o la piedra, lo cual lo vuelve versátil y apto para todos los estilos decorativos.
Dependiendo del tipo de suelo vinílico, existen diferentes formas de instalación. Repasemos las diferentes versiones que encontrarás en el mercado.
Este tipo de suelo utiliza un sistema de ensamblaje similar al de los suelos laminados. Las piezas se unen entre sí con un simple “clic”. Esta opción es ideal para quienes buscan una instalación rápida y limpia, ya que no requiere adhesivos y puede instalarse sobre prácticamente cualquier suelo.
En este caso, cada lámina viene con el adhesivo incluido que se activa al retirar la capa protectora. Solo tienes que posicionarlas correctamente y presionar para adherirlas al suelo. Procura cortarlas y ajustarlas con mucha precisión.
Son grandes rollos que se pueden cortar a medida. Es un tipo de suelo vinílico perfecto para cubrir grandes áreas de manera eficiente. Puede requerir el uso de adhesivos dependiendo del producto específico y las características del suelo subyacente.
Esta alternativa es muy económica y efectiva en superficies de concreto o madera vieja. Las pinturas específicas para suelos resisten el tráfico pesado y son fáciles de mantener. En el mercado encontrarás una gran variedad de colores para darle un aire totalmente renovado a tu casa. Es importante preparar adecuadamente la superficie, aplicar una imprimación y un sellador final para asegurar durabilidad y estética.
Primero que todo, vamos a preparar la superficie. Para ello, debes limpiarla, secarla y lijarla. Luego, aplicarás la imprimación. Te recomendamos comprar una que sea específica para suelos. Esto ayudará a que la pintura se adhiera correctamente.
Posteriormente, vas a elegir la pintura. Puedes ayudarte de todos los consejos que hemos preparado para ti en Livitum. Revisa qué paleta de colores quieres darle a la habitación y con qué estilo general vas a decorar.
Finalmente, aplica la pintura de manera uniforme. Siempre debes ir desde afuera hacia adentro. Empieza por esquinas y bordes y termina en el centro. También debes aplicar un sellador transparente para proteger la pintura del desgaste y aumentar su vida útil.
¿Qué pasa si el suelo que quieres modificar está hecho de azulejos? El microcemento es una excelente opción para darle una nueva vida a tu suelo sin necesidad de sacar uno a uno los azulejos.
El microcemento se puede aplicar directamente sobre los azulejos existentes. Si quieres, puedes dejarlo tal cual, con un acabado liso y contemporáneo. Sin embargo, también es posible añadir vinilo con forma de azulejos. Esto hará que el cambio sea aún más radical.
Antes de aplicar el microcemento, al igual que en la pintura para suelos, debes limpiar, secar y lijar la superficie. Luego aplicarás una imprimación para superficies no absorbentes, lo que permitirá que el microcemento se absorba bien en la cerámica. Añade el microcemento en capas finas con herramientas adecuadas como espátulas. Finalmente, tienes dos opciones: aplicar un sellador para este tipo de superficies o incorporar azulejos de vinilo.
En caso de que elijas la última opción, ten en cuenta que los azulejos de vinilo suelen venir con un respaldo adhesivo. Retira la protección y coloca los azulejos presionando firmemente para asegurar que se adhieran bien al suelo. Alinea cuidadosamente cada azulejo con el anterior para mantener un patrón uniforme. ¡Y voilà! Ya tienes tu suelo completamente renovado sin necesidad de hacer grandes obras o reformas.