¡Viva el color! Atrás quedan los blancos rotos, los beige y los grises que dan elegancia y sobriedad a una estancia. En la decoración setentera se apuesta por colores llamativos. Naranjas, azul metálico, el amarillo o el turquesa. ¡Déjate llevar! Las formas geométricas también ganan terreno y qué decir de los estampados florales: son un must.
En la mezcla está el gusto. Es uno de los mantras de esta tendencia. ¿Te imaginas poder recuperar aquella lámpara de flecos olvidada en el desván de casa de tus tíos? Recupérala sin ningún pudor. Puede dar el toque setentero que andas buscando. Un teléfono como los de antes, los auténticos, también pueden llegar a ser un complemento ideal. Si lo puedes conseguir en rojo, en naranja...¡premio!
Es de los materiales más utilizados en la decoración setentera. Sillas naranjas con patas metálicas o mesas de comedor blancas con cierto estilo futurista. La ventaja es que son fáciles de limpiar, de mover y de transportar. Si aún no estás del todo preparado para dar la bienvenida al plástico otra de las opciones que te ofrecemos pasan por muebles más oscuros y con pocos adornos.
Ya nos hemos mostrado fans de esta tendencia que vuelve con más fuerza que nunca en este 2022. Los papeles pintados son fáciles de colocar, pueden resultar muy económicos y dan resultados espectaculares. En una ambiente de estilo setentero no puede faltar alguna pared decorada con un estampado floral o algún motivo geométrico. O también puedes probar con hacerlo en todo el salón. ¿Qué te parecería alguna pared decorada con alguna cenefa o a modo de caleidoscopio como si un decorado de Alicia en el País de las Maravillas se tratara?
En la estética de los años setenta se impuso un aire hindú. Así que las alfombras, las almohadas, las lámparas de mil y una formas, las velas y el incienso son tus principales aliados. Con estos complementos estarás muy cerca de tener tu rincón setentero.
En esta época donde se impuso la moda hippie también ganó terreno la decoración más natural. Hablamos de tapetes u otros utensilios (como una hamaca que puede quedar genial en tu jardín) hechos con macramé . Esta tendencia también se ha impuesto en los últimos años, así como los muebles de mimbre.
Uno de los pasos más fáciles para convertir tu cocina en una digna versión de los años setenta es conseguir unos azulejos (o en su defecto, y mucho más fácil, un papel vinílico que los imite) de un color chillón (¿qué tal un naranja o un verde metálico?). También te puedes atrever a pintar todos los muebles de la cocina de un tono colorido y que contraste al máximo con los azulejos. Si a eso le añadimos algún electrodoméstico de una línea más vintage el cambio será total. Si no hay presupuesto para una nevera más pequeña y de formas más redondeadas siempre puedes optar por incluir una tostadora de color turquesa o hasta una máquina para hacer palomitas. Y si quieres dar el toque ideal a tu cocina te puedes atrever a poner un suelo que imite un tablero de ajedrez. No hay nada más setentero.