Aunque te gusten los tonos neutros, el blanco o el beige para la decoración de tu casa, olvídate de ellos si quieres estar a la última en diseño de interiores. Quieras o no, tendrás que incorporar algún color. En algún mueble, en alguna pared o si no te atreves tanto, al menos en algún complemento.
Contrario a lo que podría pensarse, en tiempos de crisis, como los que vivimos actualmente, los colores tristes y apagados no se llevan. La gente busca cosas que la hagan sentir bien. Sobre todo, en su hogar. Por ello, en el mundo de la decoración, la tendencia es buscar tonalidades que nos ayuden a superar los malos momentos y no aquellos que nos llenen de tristeza.
Si miramos las tendencias presentadas en las diferentes ferias de interiorismo y de muebles, así como en las pasarelas de moda, los colores con los que vestiremos nuestro hogar están enfocados a dos premisas. Por un lado, crear ambientes que nos relajen y nos aporten la calma necesaria para aguantar el chaparrón que se nos avecina. Por otro lado, colores que nos den vitalidad, alegría y nos hagan olvidar los malos momentos.
Entre los primeros siguen estando muy presentes los tonos tierras, por aquello de seguir en contacto con la naturaleza, tras el confinamiento y la pandemia, y por ser colores que nos recuerdan la estabilidad de las cosas permanentes, como la tierra. Pero, sin duda, la estrella de la temporada 2023 será el llamado lavanda digital. Una evolución hacia un tono más dulce del color Pantone del año pasado, el Very Peri. Ese color que irrumpió con fuerza en la decoración de este año, surgido de un tono azul con matices rojos. El nuevo lavanda es algo más suave, perfecto para invitar a la calma y traer la ilusión a tu hogar.
Es un color perfecto para decorar los dormitorios. Te aportará ese confort y ese relax que tanto necesitas al final del día. Así que prepárate para incorporarlo en alguna pared, en ese cabezal acolchado o en los cojines que tienes sobre tu cama.
Por otro lado, la tendencia también indica que llegan los colores fuertes, vivos y llamativos. Unos tonos estridentes que hacen que las personas se sientan mejor al verlos, porque suponen una mayor segregación de serotonina y bienestar. Hablamos de un verde intenso, de un azul tranquilo, de un intenso rojo y de colores vitaminados como el amarillo y el naranja.
El verde hace unas cuantas temporadas que se ha instalado en la decoración. Sin embargo, la tendencia es hacia un tono más intenso, no tan sobrio. Sigue siendo el preferido de los amantes de lo natural y de los estampados botánicos, pero combinados en esta ocasión con tonos mucho más vibrantes, como el naranja o el amarillos, lo que creará sin duda un ambiente mucho más rompedor y divertido.
El azul, por el contrario, se vuelve algo más tranquilo, aunque sin perder su intensidad y su profundidad. Es perfecto para crear ambientes tranquilos y con bajos niveles de estrés.
El rojo, desaparecido hace algunas temporadas, vuelve a cobrar protagonismo. La pasión que desprende este color, así como su intensidad, lo hacen necesario en tiempos difíciles.
La explosión de color llega con el amarillo y todas sus tonalidades. Desde el dorado hasta el mostaza. Es el color por excelencia para denotar alegría junto al naranja. Otro de los colores estrella de las nuevas tendencias en decoración. Un color vitaminado que también aparece en sus diferentes tonalidades, desde el más intenso, hasta al más próximo al tono coral. Con cualquiera de ellos conseguirás que, al entrar en tu casa, sientas una sensación de alegría y de energía que no sabrás de donde te llega.
Eso sí, no es cuestión de que pintes paredes, puertas y muebles de estos colores tan llamativos sin ton ni son. Debes usarlos con prudencia para no saturar el espacio. Combinarlos adecuadamente y de forma flexible para conseguir una decoración mucho más juguetona y divertida que en las temporadas anteriores.