El otoño es un tiempo que evoca tristeza. Quizás por aquello de que se han acabado las vacaciones y el buen tiempo. Llegan los días lluviosos y grises. Sin embargo, olvídate de vestir tu casa con tonos tristes. Este otoño los textiles se decantan por tonos asociados con la tierra y por todos aquellos heredados de los colores alegres que han inundado el verano, eso sí, matizados por la temporada.
Entre los colores que no deben faltar en tu hogar esta temporada están todos aquellos relacionados con la naturaleza. Seguimos queriendo tener el contacto cercano de la naturaleza en nuestro hogar, que tanto encontramos a faltar durante el confinamiento. Por ello, el verde sigue estando muy presente, así como todos los tonos tierras. Desde el beige, al terracota, pasando por todas las tonalidades intermedias.
El verde profundo que ha estado presente en la decoración se atenúa un poco en favor de un verde más menta, un verde aguamarina o un verde cercano al caqui. Un color muy relajado, que va muy bien en los dormitorios.
De igual forma, el color Pantone de este año, el Viva Magenta, también se matiza este otoño, al igual que las tonalidades de rojo y el fucsia Barbiecore que ha copado la decoración y la moda de este verano. Se trata de unos tonos algo más apagados, más mates, más empolvados. Aparecen de esta forma los tonos granates y los rojizos no tan brillantes.
Lo mismo ocurre con el amarillo. Un color muy vibrante que aporta energía, que este otoño también se decanta hacia un tono más apagado. No faltarán los tonos mostaza, el color miel y el naranja albaricoque. Unos tonos cálidos que vuelven a traernos la naturaleza al interior, recordándonos esos magníficos atardeceres veraniegos.
Al igual que los estampados, que también evoca a la naturaleza con flores, hojas e incluso mariposas y libélulas revoloteando por los tejidos. Unos estampados que bajan la intensidad de sus colores y se vuelven más suaves y delicados. Con tonos verdes, mostaza, amarillos suaves o calabaza. Estampados más románticos, que se acercan al estilo oriental. Ideales para incorporar en cojines en el sofá o en la ropa de cama del dormitorio.
Otro color que siempre está de moda y que seguirá este otoño es el gris satinado. Es un tono que se asocia a la funcionalidad y a la practicidad. Es un color neutro, fácil de combinar con cualquier otro color y que gana adeptos por su capacidad de reciclaje. Una apuesta ganadora en los tejidos más imperecederos, como las fundas del sofá o las alfombras.
En este sentido, todos estos tejidos, además de por sus colores, también se renuevan en texturas. El otoño avanza el frío y por tanto, se buscan tejidos más gruesos. De ahí que las alfombras de lana sean más rudas o que los plaid del sofá adquieran unas puntadas más gruesas, con hilos irregulares y muy marcados.
El negro sigue siendo bienvenido. Siempre está presente en los diseños de decoración y también en los tejidos. Se adapta a todos los estilos y combina con cualquier color de tendencia. Es elegante y sofisticado. Todo un clásico con el que no fallarás.
El otro de los colores que sigue estando de moda es el azul. Un azul intenso, eléctrico y sofisticado como el azul cobalto o, el algo más llamativo, azul Klein. Un color que combina a la perfección con los tonos tierra, tan de moda esta temporada, y que siempre aporta un plus de elegancia a cualquier estancia. Vamos, todo un imprescindible.