El buen tiempo invita a la renovación. Es un buen momento para cambiar aquello que durante todo el invierno has odiado de tu hogar, pero que por pereza, porque hacía frío o por lo que sea no te has desecho de ello. Ahora tienes la excusa perfecta. Esta primavera se dirige hacia un estilo mediterráneo, donde la luz natural, los toques de naturaleza y la artesanía están muy presentes.
En primavera los días se alargan, hay más horas de sol. Un sol que debes aprovechar al máximo. Por ello, se impone la fluidez de tejidos en cortinas, para que la luz natural entre a raudales por las ventanas.
Del mismo modo, los tonos claros en las paredes son imprescindibles para poder reflejar esa luz que tanto se busca y, al mismo tiempo, aportar al lugar un ambiente de calma y pulcritud.
Todavía colea el efecto Barbie, tanto en moda como en decoración. Pero más allá del color rosa, se impone un estilo denominado coquette en el que predominan los tonos pastel, tanto en paredes como en estampados. Sobre todo en dormitorios. Ese verde menta, ese azul cielo, ese tono malva…
Un estilo en el que tampoco faltan volantes y lazos. Así que no olvides incorporarlos a la decoración. Eso sí, sin pasarse. Añade unos cojines con volantes aquí, unos lazos en las cortinas allá y aprende a combinar estos tonos tan dulces con estampados florales, otra de las tendencias de la temporada.
La naturaleza sigue estando muy presente en nuestros hogares. Esa es otra de las máximas del estilo mediterráneo, que tanto va a aparecer esta primavera. Queremos tener cerca la naturaleza y la mejor forma de conseguirla es a través de plantas. Muchas. Tantas, como te sean posibles. Para adornar esos rincones muertos del salón, dar vida a tu lavabo o añadir plantas aromáticas a tu cocina.
Pero más allá de las plantas, la naturaleza también está presente en los tejidos y materiales. La madera es un imprescindible, pero también los tejidos como el lino o el algodón.
En una sociedad cada vez más globalizada, buscamos la individualidad. También en nuestro hogar. Por eso cobran mucha importancia las piezas de artesanía. Esas piezas que, al estar hechas a mano, son diferentes entre sí, e incluso imperfectas. Piezas que destacan por su singularidad.
Así que no olvides añadir algo de artesanía a tu hogar. No solo a través de piezas concretas, como jarrones o maceteros, sino también en la textura de tus paredes e incluso en los tejidos de tu dormitorio.
Ese ambiente calmado y lleno de luz que se busca, también lo puedes encontrar deshaciéndote de todos aquellos elementos que no te aportan nada y que solo ocupan espacio. El menos es más, cada vez está más presente. Y. aunque no es necesario un minimalismo extremo, lo cierto es que los espacios simples, con muebles de líneas sencillas, son un must.
Ese amor a la naturaleza que nos hace querer tenerla cerca, también se impone en las formas de los elementos de decoración de nuestro hogar. Las formas orgánicas siguen estando muy presentes. Mesas redondas, sofás sinuosos o cómodas con los cantos redondeados…. Unos muebles que, si son vintage, mejor que mejor. Ese toque vintage aportará a tu diseño de interiores un toque del pasado que, combinado con las tendencias actuales, le aportarán elegancia y carácter a tu decoración.
Hablamos de algún accesorio retro, de algún mueble precioso encontrado en el rastrillo, de mostrar la vajilla antigua heredada de tu abuela o de esa colección de cámaras fotográficas antiguas que darán un toque muy personal a tu salón.