Tendencias deco: que se queda y que se va (para siempre)

Las tendencias en decoración son bastante evolutivas. No suelen desaparecer por completo de un año para otro, por aquello de que decorar tu casa no es tan sencillo como cambiar de camisa. Sin embargo, sí que es cierto que hay novedades que han llegado para quedarse cierto tiempo, mientras que otras propuestas, que han estado con nosotros durante alguna temporada, nos dejarán definitivamente o, al menos, durante un largo tiempo.
Publicado por Marta Parareda · 14 de enero de 2023
Tendencias deco: que se queda y que se va (para siempre)

Las tendencias de moda y decoración no dejan de ser un reflejo de la sociedad, del momento económico en el que se encuentra, de sus valores y de sus costumbres. Por eso, tras unos años marcados por la incertidumbre de la pandemia, por la importancia que ha cobrado el medioambiente para salvar el planeta y por la búsqueda del confort en el hogar, por aquello de ser nuestro mejor refugio, es normal que la sostenibilidad, la naturaleza y los ambientes cálidos y relajados tomen la delantera en las tendencias de este año.

1. Llegan las curvas, se van las rectas

Las formas curvas, que llegaron tímidamente en la última temporada, se quedan para sustituir a las líneas rectas y marcadas que, tras muchos años, se despiden de nosotros. Llegan las mesas redondas, las sillas con respaldo circular, los sofás sinuosos. Y se van las mesas cuadradas, los muebles con aristas y los espejos rectangulares. Las formas orgánicas inundarán nuestras casas para acercarlas a esa naturaleza que tanto queremos tener cerca.

En la misma línea, siguen estando muy presente las plantas. Queremos tener contacto con lo natural, a pesar de estar en pleno centro de la ciudad. Así que no te importe llenar de plantas todas las estancias. 

2. Ambientes más cálidos con alfombras y luces

Y desaparecen los suelos desnudos. Las alfombras se asientan en todas las estancias de la casa, incluidos los dormitorios. En el salón, bajo la mesa del comedor, en los laterales de la cama, en el baño… no hay lugar en el que no estén presente las alfombras. Han venido para quedarse con nosotros una larga temporada.

Respecto a la iluminación, si hace años desaparecieron las lámparas colgantes en pos de un estilo más industrial y funcional, en el que predominaban los ojos de buey y los focos, ahora los colgantes de formas redondeadas, de cristal o de materiales naturales, han entrado con fuerza. Decimos adiós a la luz directa, para crear ambientes más acogedores con lámparas que otorgan una luz más indirecta y cálida.

3. Adiós al plástico. Se quedan los materiales naturales

Precisamente los materiales sintéticos o no naturales desaparecen. Las sillas de plástico o las mesas rinconeras de metacrilatos no son bienvenidas. La sostenibilidad se impone en el mundo y también en nuestro hogar. Así que todo lo que sea sintético debe desaparecer, apostando por fibras naturales en tejidos y muebles, en la madera natural y en todos aquellos materiales ecofriendly que nos ofrece la propia naturaleza.

Los tonos neutros siguen siendo tendencias, sobre todo en paredes y grandes muebles. Sin embargo, la tendencia al minimalismo extremo en la que todo era blanco sobre blanco, desaparece. Los tonos neutros adquieren calidez, predominando los tonos tierra o los terracotas. Y se añaden pinceladas de colores más profundos a la decoración, en objetos más pequeños como cojines, alfombras o elementos decorativos.

4. El minimalismo se despide en pos de la personalización

El minimalismo, que ha estado con nosotros durante décadas, se marcha en pos de un estilo mucho más personalizado. Los hogares deben reflejar cómo somos y, en una sociedad cada vez más globalizada, cada cual busca su individualidad, incluso en la decoración de su casa.

Es por eso que los muebles vintage que en ocasiones ya son piezas únicas, toman protagonismo. También todo aquello que es artesanal, realizado a mano y, por tanto, diferente en cada una de sus piezas. La artesanía se postula como el nuevo lujo, así que no tengas miedo a incorporar piezas hechas por artesanos, aunque sean imperfectas, en lugar de decoración ostentosa. Algo que también nos deja definitivamente.

En los dormitorios desaparece la sobriedad y se imponen tendencias más personales. Los tonos neutros que ocupaban las paredes y ropa de cama, se transforma en pinceladas de color y capas sobrepuestas de tejidos. Algunos lisos, pero con una clara tendencia hacia los estampados.

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