Recuerda que lo más importante en decoración es que te sientas bien en casa. Las tendencias que te mostramos a continuación te permitirán crear atmósferas luminosas y confortables que te ayudarán a recuperar el equilibrio y a llevar una vida más balanceada y saludable. Son muy fáciles de introducir y, sencillamente, ¡te encantarán!
Lo decíamos justo aquí arriba: lo que define los interiorismos de este verano es la búsqueda del contacto directo con la naturaleza. Tanto es así, que la tendencia es ir a buscar la manera de romper los límites entre el interior y el exterior de la vivienda. ¿Cómo? Abriendo las cortinas de par en par y utilizando los mismos materiales y colores dentro y fuera.
La idea es crear un vínculo entre los elementos que visten el interior de tu casa y aquellos con los que amueblas y decoras el exterior. Imagina que en tu salón tienes un suelo de roble, un sofá tapizado en crudo con unos cojines de colores y una mesita de centro de madera clara. Para darle continuidad en el exterior, empieza por cubrir el suelo con una alfombra apta para exteriores de un color similar al pavimento interior. Coloca sobre ella una mesita de madera sin tratar, unos cojines de lino en crudo en las sillas y decórala con un portavelas o un jarroncito de los mismos colores que los cojines del sofá. Suma, dentro y fuera, unas plantitas de hoja verde con un cubre-macetas de ratán. ¡Así de sencillo!
Este es el año de las flores. Los estampados florales van a verse por todas partes y con las flores en múltiples tamaños. En cuanto al color, la tendencia serán las flores de colores muy vivos sobre un fondo neutro. Aún así, van con todo, así es que con ellas puedes hacer las combinaciones que prefieras: deja volar la imaginación y… ¡a mezclar!
También vamos a ver flores en relieve, sobretodo en los cojines. Si son para la cama, puedes hacerte con alguno fabricado con un tejido tipo lencero: le dará un toque delicado y el brilli-brilli de los satinados también está de moda.
Lo decíamos ahí arriba: el objetivo es generar la sensación de que la vivienda va más allá de los límites que marcan los ventanales. Para conseguirlo, también nos vamos a ayudar de las cortinas: la tendencia es sustituir las que hemos usado durante los meses de frío por otras confeccionadas con tejidos sencillos y vaporosos que permitan una caída ligera y que vuelen cuando tengas las ventanas abiertas.
Se busca la transparencia, por lo que la gasa de algodón o el lino son opciones perfectas y si, además, optas por colores neutros o tonos muy claritos no solo multiplicarás la luz sino que también refrescarás el ambiente.
Y han venido, directamente, de la pasarela ¡a la mesa! Los habíamos visto mucho en las lámparas de fibras naturales, pero ahora se dispersan por toda la casa: en el comedor, en el salón, en el dormitorio principal e incluso en el infantil.
Encontramos manteles y servilletas que se rematan con flecos abundantes pero cortitos. También en las colchas, en los cojines -en los que también se priorizarán los tejidos orgánicos en colores lisos o con estampados vegetales- e incluso en las alfombras de algodón o de yute.
Un rosa empolvado, un azul hielo, un amarillo claro o un verde agua son colores que permiten crear atmósferas frescas a la vez que sosegadas. Los tonos pastel son muy fáciles de introducir en cualquier estancia, sea del estilo que sea, ya que no generan fuertes contrastes. Úsalos, especialmente, en los tejidos: en una alfombra, en un mantel para exteriores, en los cojines… Seguro que quedan muy muy bonitos ¡y veraniegos!
No podían faltar, ¿verdad? Llévate a casa un montón de plantas y colócalas en diferentes zonas: un pequeño cactus sobre la mesita de centro, una Sansevieria en el rinconcito de la ventana o unas Cintas colgadas de una maceta de mimbre en la pared.
Purifican el aire, aportan frescura al ambiente y ¡son taaaaaan bonitas! Son una manera sencilla de darle color a tu casa y, si tienes unos días de descanso, quizás puedas dedicar un ratito a aprender a cuidarlas y ¡unirte al club de las plant-lovers!